El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que en el primer semestre de 2025 la pobreza alcanzó al 31,6% de la población y la indigencia al 6,9%. El dato mostró una baja de 6,5 puntos porcentuales frente al segundo semestre de 2024 (38,1%) y de más de 20 puntos en comparación con el mismo período de 2024, cuando había llegado al 52,9%, su nivel más alto en años. Ese pico se registró en los primeros meses del gobierno de Javier Milei, tras la devaluación y la aceleración inflacionaria.
En términos de hogares, el 24,1% se encuentra por debajo de la línea de pobreza y el 5,6% bajo la línea de indigencia. En los hogares pobres, el ingreso promedio fue de $671.492, frente a una CBT estimada en $1.065.691, con una brecha del 37% que se mantuvo estable.
El Indec señaló que la pobreza golpea con mayor fuerza a los niños de hasta 14 años, con un nivel de 45,4%. Por regiones, el Noreste argentino mostró el índice más elevado, con 39%.
En Córdoba, la pobreza fue de 29,5% en el primer semestre, también por debajo de los registros previos: 35,5% en el segundo semestre de 2024 y 49,5% en el primero.
Evolución de la pobreza
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Nivel nacional: 52,9% (1° semestre 2024) → 38,1% (2° semestre 2024) → 31,6% (1° semestre 2025).
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Provincia de Córdoba: 49,5% (1° semestre 2024) → 35,5% (2° semestre 2024) → 29,5% (1° semestre 2025).
Causas de la caída
La mejora se explicó porque los ingresos familiares crecieron por encima de la Canasta Básica Total (CBT) y de la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Entre octubre y marzo los ingresos aumentaron 26,3%, frente a subas de 13,2% y 12,3% en CBT y CBA, respectivamente. La inflación general fue de 15,1%, mientras que los salarios registrados avanzaron 14,6%.
Cómo mide el Indec la pobreza
La metodología del Indec se centra exclusivamente en los ingresos de los hogares y no contempla dimensiones como educación, salud, vivienda, empleo o acceso a servicios básicos.
La referencia para medir la indigencia es la Canasta Básica Alimentaria (CBA), mientras que para la pobreza se utiliza la Canasta Básica Total (CBT), que incluye además bienes y servicios no alimentarios.
En agosto de 2025, el organismo estimó que un adulto necesitaba ingresos de al menos $375.657 para no ser considerado pobre. Un jubilado con la mínima, que con bono alcanzó los $385.000, quedó apenas por encima de ese umbral. Para un hogar de cuatro integrantes, la cifra se elevó a $1.160.780.
UCA cuestionó la baja registrada
Pobreza a la baja, consumo en retroceso
Aunque el indicador muestra una reducción, el consumo masivo registra caídas en gran parte de los rubros. Esto refleja que los ingresos crecieron en términos nominales, pero no sostuvieron el poder adquisitivo frente a la inflación.
En resumen, la pobreza bajó en las estadísticas oficiales, pero persisten dudas sobre si el descenso refleja una mejora real en las condiciones de vida o si responde a una metodología que no capta el impacto de los aumentos en servicios, alquileres y tarifas.