Los mercados financieros locales registraron una jornada negativa este viernes, un día después de que el Senado aprobara una ley que incrementa los haberes jubilatorios y eleva el bono de refuerzo, lo que generó inquietud entre inversores por el impacto fiscal de la medida.
El índice S&P Merval se desplomó un 3% y cerró en 2.023.573 puntos básicos, alcanzando su nivel más bajo en dólares en los últimos tres meses. Entre las acciones líderes, las mayores caídas fueron para Transportadora de Gas del Sur (-5,8%), BBVA (-5,2%) y Grupo Supervielle (-4,3%).
La tendencia negativa también se replicó en Wall Street, donde los ADRs de compañías argentinas cayeron hasta un 6%, encabezados por las mismas firmas.
El mal clima en los mercados se desató tras la sanción en la Cámara alta de un proyecto impulsado por la oposición que propone una suba del 7,2% en las jubilaciones y pensiones, y eleva el bono mensual de refuerzo de $70.000 a $110.000. La iniciativa fue aprobada por 42 votos afirmativos, 17 en contra y 3 abstenciones.
De aplicarse la medida, el haber mínimo pasaría de $309.294 a $331.563, mientras que el máximo alcanzaría los $2.231.111.
Desde el mercado advirtieron sobre las consecuencias fiscales de la iniciativa. “Es difícil estar en contra del objetivo de estos proyectos, pero resulta poco razonable exigir un mayor gasto sin indicar cómo se financiará”, señalaron desde Invertir en Bolsa.
El economista Gustavo Ber sostuvo que “la evolución de los activos domésticos continúa condicionada por un escenario político incierto y por los ruidos que generan los proyectos legislativos que comprometen las cuentas públicas”.
Los bonos soberanos en dólares también sufrieron caídas, lideradas por el Global 2041 (GD41), que retrocedió 1,4%. El Global 2030 (GD30) y el Bonar 2030 (AL30) cayeron 1,1% y 1%, respectivamente. En tanto, el riesgo país se ubicó en 704 puntos básicos, reflejando el aumento de la desconfianza en el frente económico.
La combinación de incertidumbre política, presión fiscal y falta de señales claras sobre el rumbo económico continúa generando volatilidad en los activos argentinos.