El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que en marzo de 2025 el índice de salarios aumentó un 3% respecto a febrero. Sin embargo, ese incremento no alcanzó a igualar la inflación del mismo mes, que fue del 3,7%, marcando así una nueva pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores.
De acuerdo con los datos oficiales, el crecimiento mensual estuvo impulsado principalmente por el sector privado no registrado, que registró una suba del 5,1%. En contraste, el sector privado registrado aumentó un 2,2% y el sector público un 3,3%. Pese a la mejora en los ingresos, la evolución de los precios terminó erosionando el impacto de estos ajustes salariales.
En términos interanuales, la variación fue más favorable para los ingresos. En los últimos 12 meses, los salarios aumentaron un 85,7%, superando ampliamente la inflación acumulada en ese mismo período, que se ubicó en el 55,9%. Este resultado se explica, en buena medida, por los fuertes incrementos en el sector informal, donde los ingresos crecieron un 183,1% interanual, mientras que en el sector privado registrado la suba fue del 75,8% y en el sector público, del 66,7%.
En lo que respecta al primer trimestre del año, los salarios acumulan una suba del 10% respecto de diciembre de 2024. En este período, el sector privado no registrado lideró las mejoras con un incremento del 23,2%, seguido por el sector público con un 8,9% y el sector privado registrado con un 6,9%.
No obstante, estos avances no fueron suficientes para revertir la caída del salario real frente a la inflación de marzo. Analistas advierten que la tendencia podría mantenerse en los próximos meses. Según estimaciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, la inflación de abril se ubicaría en torno al 3,2%, mientras que las negociaciones paritarias aún no logran asegurar una recomposición sostenida para los ingresos.
La persistente pérdida de poder adquisitivo preocupa a los sectores vinculados al consumo, ya que la debilidad de los ingresos puede afectar el desempeño de la demanda interna. De acuerdo con especialistas, si esta situación se prolonga, la «recuperación económica» podría verse condicionada por la capacidad de compra de los hogares, que continúa resentida.