Las casas matrices de Santander y BBVA en España confirmaron que frenaron el otorgamiento de créditos en la Argentina y adoptaron una postura de máxima cautela frente al deterioro económico local. Así lo comunicaron a analistas e inversores en Madrid, donde explicaron que el tercer trimestre dejó señales más negativas que las previstas. Según el diario Expansión, “la situación es peor de lo anticipado” y ambas entidades tomaron medidas para proteger capital, reducir costos y fortalecer provisiones.
La caída del crédito, la volatilidad financiera y la menor capacidad de pago de clientes llevaron a los bancos a incrementar las reservas por morosidad, lo que impactó directamente en sus beneficios globales. Santander reportó una baja del 8,7% en sus ganancias vinculadas a la operación argentina entre enero y septiembre, mientras que BBVA registró un retroceso del 25% en igual período.
Menos préstamos y más cautela
La directora financiera de BBVA, Luisa Gómez, señaló que la entidad redujo el otorgamiento de crédito “de forma significativa”, especialmente en tarjetas y consumo, donde la producción cayó un 9% entre julio y septiembre. El crédito comercial, en cambio, mantuvo dinamismo por la demanda de empresas con integración exportadora.
Desde Santander, el consejero delegado Héctor Grisi explicó que el banco solo concede préstamos a compañías exportadoras en dólares y al sector energético, debido al aumento del “coste de riesgo” y la volatilidad de tasas. “Con tipos de interés reales en estos niveles, es imposible ganar dinero”, afirmó.
Ambas instituciones coincidieron en que el deterioro de las perspectivas de crecimiento, la incertidumbre política y las tensiones cambiarias condicionaron las decisiones de crédito durante el tercer trimestre.
Impacto en resultados locales
Las filiales argentinas también publicaron sus resultados recientes.
Santander Argentina informó un beneficio neto ajustado por inflación de $518.898 millones entre enero y septiembre, una caída del 46% interanual. Además, el cargo por incobrabilidad subió 113% y el ratio de cartera irregular alcanzó 5,07%. Pese al deterioro, la entidad destaca que la economía local “muestra señales de recuperación” asociadas a la estabilidad macro y la baja de la inflación.
En tanto, BBVA Argentina reportó un resultado neto de $38.071 millones en el tercer trimestre (−70,9% interanual) y un retorno sobre patrimonio del 4,7%. La cartera de crédito creció 6,7% respecto del trimestre previo, con mayor avance en préstamos en moneda extranjera. La filial sostiene que continúa enfocada en “crecer por encima del sistema” dentro de un país con bajo acceso al crédito —apenas 12% del PIB—.
Perspectivas hacia 2026
Aunque los bancos reconocen un escenario actual complejo, BBVA se mostró más optimista hacia adelante: confía en que la continuidad de políticas macroeconómicas y la reducción sostenida de la inflación podrían mejorar las condiciones de financiamiento. Santander, por su parte, condicionó su visión positiva a que se mantenga la estabilidad y avancen las reformas.
Por ahora, ambas entidades mantienen su estrategia defensiva, con menos crédito, más provisiones y una evaluación constante del riesgo argentino mientras esperan señales más claras de recuperación.
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