Una familia tipo necesitó ingresos superiores a $850.000 en mayo para no ser pobre, según informó el INDEC. En tanto que para no caer bajo la indigencia debe ganar por encima de $387.000.
Ambos montos, son determinados en base a la canasta básica alimentaria (CBA) que fue valorizada para mayo en $125.235 por persona y la canasta básica total (CBT) que además de los alimentos, tiene valorizado el resto de bienes y servicios no alimentarios, que fue de $275.518 para el quinto mes del año.
Durante mayo de 2024, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) fue de 3,7%, mientras que la de la canasta básica total (CBT) fue de 2,8%. Ambas por debajo de la inflación de 4,2% que se conoció esta tarde.
La CBA y la CBT acumulan en el año incrementos del 60,8% y 71,7% respectivamente, y resultaron en variaciones interanuales del 290,7% para ambas canastas.
De esto se desprende que en lo que va del año las canastas subieron menos que la inflación acumulada de 2024 (71,9%), pero si analizamos los últimos doce meses, los pobres e indigentes sintieron más fuerte el golpe inflacionario ya que la suba fue mayor en 14,3 puntos porcentuales (290,7% vs 276,4%).
Según los cálculos del organismo estadístico, se valorizan tres tipos de hogares. El nivel de ingresos para un hogar de 3 integrantes donde viven abuela, madre e hijos, necesita ingresos por $308.079 para no caer en la indigencia y de $677.774 para no ser pobre.
En el caso de la familia tipo de cuatro integrantes compuesto por una pareja y dos menores, deberán cobrar más de $386.978 para no ser indigentes y $851.351 para no ser pobre.
En caso de un hogar de 5 integrantes, una pareja y tres menores, el ingreso mínimo para no ser indigente es de $407.015 mientras que para estar por encima de la línea de la pobreza deberá ser mayor a $895.434.