Agustín Liotta
El director teatral Sergio Osses tomó dos desafíos: además de adaptar una obra a las exigencias de la virtualidad propias de la pandemia, tomó un texto del dramaturgo e historiador Pacho O’Donnell y lo combinó con el clásico de La divina comedia”. El resultado es La furia y el viento”, unipersonal protagonizado por Sergio Oviedo sobre la vida peronal y carrera política de Juan Manuel de Rosas.
El monólogo estrenará a nivel nacional el sábado a las 22, por el canal de Youtube del teatro María Castaña, mismo escenario que albergará a la producción teatral y cinematográfica. Es que la puesta en escena cuenta con una producción audiovisual que acompaña el relato del prócer argentino, y en el que realiza una reflexión sobre el poder que implica tener las riendas del pueblo.
La combinación del texto de O’Donnell con el de Dante Alighieri tiene que ver con una tensión teatral y estética. Es así como se lo verá a Rosas como si estuviera en el purgatorio descubriendo su alma: el protagonista revela los mecanismos del poder político, recuerda a su madre, a su hija, a sus rivales políticos y a sus aliados.
De hecho, la escena sitúa al hombre en su casa de Inglaterra a punto de morir en soledad, olvidado y vapuleado por las figuras del momento. Es como si estuviera purgando sus pecados”, sintetizó el director Osses en diálogo con HOY DÍA CÓRDOBA. Lo interesante del conflicto es que él tiene miedo de no recordar, porque si no recuerda ya no existe más. Él existe por su memoria”, se detalla en la promoción de la función.
La puesta en escena tiene un fuerte contenido político que, según el director, tiene una vigencia inesperada”. Osses se refiere así a la llamada grieta” de estos últimos años. Rosas forma parte de la conformación del Estado Nación y lo tildan de popular en contraposición a otro proyecto de país que hoy llamaríamos neoliberal. Pero lo llamativo es que la resolución de este dilema en aquella época fue violenta y hoy también todo se resuelve de esa manera”, opinó Osses.
En ese sentido, el director lanzó: Pareciera que estamos signados a que todo conflicto político debe terminar con sangre. La violencia siempre es de ambos bandos y sigue presente hoy con la grieta. Siguen siendo dos modelos de pensar el país”.
Soledad y olvido
El director de La furia y el viento” hizo bastante hincapié en la soledad en que murió Juan Manuel de Rosas, y aseguró que la exageración de esa situación de olvido tiene que ver con humanizar a un personaje que siempre fue tildado de violento. A lo largo de la historia, la violencia que ejercen los gobernantes es el denominador común pero Rosas carga con el estigma como si los otros fueran todos santos. Rosas no fue un santo pero hay que contextualizar su accionar en su época”, sostuvo.
Siempre hay una mirada romántica o idealista de lo que es el poder pero hay que tomar decisiones. Todos los gobiernos fueron violentos porque el poder es violento”, enfatizó Osses. Creo que es interesante revisar nuestra historia y pensarla desde otro lugar”, finalizó el director.