Hugo Bastos, correntino de nacimiento pero cordobés desde los primeros años de su vida, falleció a los 74 años el domingo último. Al momento de comunicar su partida, la Agencia Córdoba Cultura remarcó que su gran calidad como persona y su humildad serán tan recordadas como la belleza y la profundidad de su obra”.
Egresado de la Escuela Provincial de Bellas Artes Dr. José Figueroa Alcorta, donde ejerció como docente y luego como director, Bastos realizó más de 55 exposiciones y sumó más de 300 de manera colectiva. Sus obras se exhibieron en Argentina, en diferentes países del continente americano, Japón, España, Alemania, Italia, Polonia, en países de Medio Oriente. Incluso llegaron al certamen de dibujo Joan Miró, de Barcelona.
Con un profundo lamento por su partida, sus conocidos lo definieron como un buen tipo por sobre todas las cosas y con buen sentido del humor”. En homenaje a su arte, la dependencia cultural de la Provincia recordó la distinción al mérito artístico” que mereció el artista y destacó su figura como un gran dibujante, cultor del color y amante del arte popular latinoamericano que formó a varias generaciones de artistas” de nuestra provincia de Córdoba.
Referentes de la cultura local lo recordaron por sus emblemáticas obras y sus logros con más de 34 premios. Sin embargo, Bastos se refirió a sí mismo, en numerosas oportunidades, como un artesano y no como un artista.
Luego de su fallecimiento, el lunes se planteó en el Concejo Deliberante la necesidad de una ordenanza en reconocimiento al pintor. La concejal María Soledad Ferraro declaró: En el seno del bloque Hacemos por Córdoba nos encontrábamos trabajando sobre un proyecto de reconocimiento por los 50 años de trayectoria de este gran maestro”. Ferraro agregó que esta imprevista noticia nos llevó a enviar nuestro más sentido pésame a toda su familia y a redoblar nuestra apuesta de distinguir a este emblema del arte, digno representante de la bohemia cultural de los ‘60 y de gran compromiso social y político”.
Aun siendo jubilado y recordado por la fantasía de sus obras, su virtuosismo y su gran sentido del humor, Hugo Bastos le dedicó hasta sus últimos latidos a su gran pasión por el dibujo: No puedo desaparecer porque se va desvalorizando el trabajo, si los pintores no se mueven la obra se pierde”, expresó el artesano-artista.