El periodista Néstor Pérez presentará su libro “Democracia, el destierro de la ilusión”. El encuentro tendrá lugar mañana martes a las 18 en la Biblioteca Córdoba (27 de abril 375). El cronista estará acompañado por el abogado constitucionalista, experto en derecho de la información, Miguel Rodríguez Villafañe y la educadora popular, Mónica Lungo. También musicalizarán el encuentro los músicos Eduardo “Negro”, Néstor Cognigni y Graciela “Pipi” Sánchez. La entrada es libre y gratuita.
El trabajo bibliográfico pretende sacudir la solidez de conceptos cautivos de la obediencia política. A lo largo de 32 textos ya publicados, el autor intenta advertir sobre el retorno del neoliberalismo como la venganza pacientemente anhelada de los dueños de la tierra, el agua, el capital y la desventura colectiva. Algunas de las temáticas que se pueden identificar son temas como la deuda externa, la crisis de representación, el ejercicio de las fuerzas de seguridad, entre otros. Por último, el reportero expone un ensayo por los 40 años de democracia.
Néstor Pérez es trabajador de prensa desde hace casi treinta años. El autor es diplomado en periodismo político y autor de “La palabra incómoda”. Previo a la presentación de su segundo libro, el escritor fue consultado por este medio. En relación al objetivo de este trabajo, Pérez respondió: “Escribo desde el interés que entiendo puede tener la cosa pública. El rasgo ideológico es ineludible. Cuando uno me lee sabe claramente dónde estoy parado. Me gusta que se me cuestione”. Por otro lado, sobre el lector ideal de “Democracia, el destierro de la ilusión”, el periodista aseguró que el lector ideal es el que quiera asomarse a la realidad política argentina desde una perspectiva de hacia atrás.
El libro se encuadra 40 años después del retorno a la democracia en Argentina. En gran parte de esos años, Néstor Pérez se desenvolvió como un “cronista de a pie”. Sobre la incidencia de su profesión el desarrollo de estas páginas, el autor consideró: “Soy al que le dicen cosas que a la dirigencia no le pueden decir, que a los dueños del país no le pueden decir, cosas que nos siguen haciendo daño. Al cronista de a pie le dicen cosas, estamos al alcance. Yo tengo la obligación de contarlo”.