La formación de «Isma» Oliva se cimenta en una fascinación inicial, nacida en la infancia: «Quería ser Clark Kent», confiesa sobre la figura del reportero humilde y tenaz, lo que lo impulsó a ser periodista. Hoy, su filosofía de trabajo es una declaración de principios sobre la memoria y el arte: «Grabo para que las cosas no terminen del todo».
«Gueorgue. Herencia Nómade»: la obra que consagró su voz
El punto de inflexión en su carrera fue la decisión de dedicarse al cine de autor, una transición validada por su primer gran logro con el cortometraje documental: “Gueorgue. Herencia Nómade”.
La obra de 12 minutos, que retrata la «herencia familiar» de una compañía circense de su barrio, fue seleccionada para participar en el First-Time Filmmaker Sessions, un festival de cine de Inglaterra que reconoce el trabajo de cineastas independientes. Este reconocimiento internacional consolidó la voz de Oliva en la narrativa íntima, demostrando el potencial del cine de minorías creativas para trascender las fronteras.
Esta visión, sin embargo, se había gestado antes. Fue la Universidad, a través del CEPIC, la que lo formó en la búsqueda de la autenticidad: su colaboración en un proyecto sobre Malvinas le enseñó que era vital acceder a la «historia personal de la vivencia» de los entrevistados, perspectiva esencial para el docudrama que hoy le interesa.
La formación dual, crisis y cineastas favoritos
La formación profesional de Oliva se forjó en la exigencia de los medios. En «Multimedio SRT – Córdoba» descubrió una verdadera ‘escuela’ de aprendizaje, y más tarde, en «Telefe Córdoba», se enfrentó al alto rendimiento como operador de control central.
Este rigor, sin embargo, lo llevó a repreguntarse y alejarse de los medios: «Entré en una crisis». Fue en ese vacío que encontró su camino. Durante la pandemia, se dedicó a estudiar intensivamente la filmografía de Alfred Hitchcock y la Nouvelle Vague francesa de los 60 y 70, un movimiento que demostraba cómo hacer cine profundo con «solamente una camarita» y valorando el montaje y la improvisación. Estos se erigen como sus cineastas favoritos y su base estética.
El camino, sin embargo, está plagado de dudas que Oliva identifica como autoboicot. A pesar de su experiencia, admite: «Siempre sentís que no estás suficientemente apto para algo». Su antídoto es reconocer la formación: «Nosotros tenemos una formación, si nos hacemos valer, podemos ser grosos».
La estrategia gauchesca y los desafíos de la previa
La previa del festival y la realización del comercial fue un ejercicio de estrategia y colaboración. Junto a su compañera de producción, el desafío fue crear una pieza que cumpliera con los altos criterios de selección del concurso: originalidad artística y potencial de engagement.
Sus ideas para quedar seleccionado se basaron en el valor federal: ideó un «western gauchesco» filmado en Casa Bamba, utilizando las sierras cordobesas como un elemento diferenciador y competitivo frente a la concentración de talentos en Buenos Aires.
El camino hacia la élite del cine nacional es a menudo una estrategia de ajedrez, especialmente cuando el talento se concentra en la capital. Pero para un joven realizador audiovisual de Córdoba, la solución para brillar no fue la imitación, sino la vuelta a sus raíces: la belleza imponente de las Sierras Chicas.
Su audaz apuesta, un «western gauchesco» filmado en Casa Bamba, se convirtió en un caso de estudio sobre el valor federal como elemento diferenciador. Esta pieza le valió un puesto entre los 20 finalistas nacionales de un prestigioso concurso del INCAA, demostrando que la perspectiva local puede ofrecer la más potente de las soluciones a la industria.
Conocer el mar gracias al cine
El boleto que llevó a «Isma», realizador audiovisual de Córdoba, a ser uno de los 20 seleccionados del concurso INCAA IMPULSA para el Festival de Cine de Mar del Plata es más que un pasaje profesional: es el cumplimiento de un anhelo cinematográfico. Para él, el único festival de categoría A en Latinoamérica, se conjuga con su más profunda referencia artística: François Truffaut.
La expectativa de Oliva no es solo asistir a mentorías con figuras significativas del cine o enfrentar los desafíos creativos del pitching, sino la oportunidad de conocer el mar «gracias al cine». Un gesto poético que remite a su película favorita, Los 400 Golpes, en cuya escena final el niño protagonista corre hacia el océano y mira a la cámara, buscando su libertad.
El cineasta, que tiene una «cuestión de grabar innata», planea registrar toda la experiencia del festival en formato de bitácora, mientras se prepara para los «desafíos presenciales» sorpresa. La competencia no solo busca la originalidad artística, sino perfiles capaces de adaptarse a la instantaneidad de la industria y conciliar la mirada de autor con el engagement que exige el mercado.
El viaje de Isma a Mar del Plata es también una búsqueda activa de nuevas perspectivas cinematográficas que reflejen las urgencias del mundo. Más allá de las mentorías y el brillo de la alfombra roja, el realizador cordobés tiene una agenda clara de proyecciones que considera esenciales para su aprendizaje y formación de conciencia.
Entre los títulos que concentran su máxima expectativa, destaca el docudrama que aborda la compleja realidad del conflicto en Medio Oriente, como «La niña de Gaza». Para él, asistir al festival de categoría A es la oportunidad de confrontar la ficción con la realidad global, buscando aquellas obras que no solo entretengan, sino que provean un profundo entendimiento y una mirada crítica sobre los grandes dramas humanos.
El cronograma del festival es intenso, marcando una pausa en un año de replanteos profesionales: «El 11 de noviembre vamos a Mar del Plata. Ese es el primer día. Después tenemos tres días festivos. El 16 volvemos». Este viaje llega en un momento bisagra: «Yo primero que nada ya estoy como chocho de ir a Mar del Plata», confiesa Isma.
De Hitchcock a Del Toro: la resistencia de lo clásico
Sus referentes son una mezcla de lo clásico y lo contemporáneo. La Nouvelle Vague francesa, que le resultó accesible por su bajo requerimiento de recursos en sus épocas de estudiante, es fundamental. También reverencia a Alfred Hitchcock por la meticulosidad de su puesta en escena.
En la actualidad, su mirada se detiene en Guillermo del Toro, a quien admira por su «resistencia»: el director mexicano ha optado por la rebelión de las escenografías reales, evitando el CGI y apostando al «trabajo de las personas» y el arte físico, una postura que Oliva valora como un estandarte ético.
El secreto del éxito: curiosidad y humildad
El realizador tiene un mensaje claro para los nuevos profesionales, una guía que es pura solución para quien se siente intimidado por la industria:
El primer paso es empezar con lo poco o mucho que se tenga, pues el trabajo muchas veces llega por «verte moviéndote en el ambiente». Lo vital es tener el «bichito de la curiosidad», no quedarse solo con lo contemporáneo ni esperar que la universidad lo entregue todo listo.
Finalmente, el consejo más valioso es ser «cara dura» y moverse. Más allá de lo aprendido en la universidad, lo centrar es preguntar, caminar la calle y animarse. Isma relata cómo logró ingresar a coberturas de grandes eventos (como Bizarrap o Duki) simplemente presentándose con un trípode y diciendo con seguridad: «Vengo a cubrir este evento». Una declaración de principios que demuestra que la perspectiva y la valentía son tan importantes como el guion.
La selección entre los 20 finalistas nacionales valida la tesis del realizador, el valor federal es un motor competitivo. En un contexto delicado para el cine nacional, este logro es visto como una perspectiva inspiradora para toda la región.
Demuestra que, con una estrategia clara y la mirada puesta en lo local, los nuevos talentos pueden «ver la luz» y posicionarse. La epopeya del «western gauchesco» de Casa Bamba no es solo una historia de éxito individual, sino un aprendizaje y una declaración para la industria: el talento cordobés y el paisaje serrano son un activo que, lejos de ser un límite, se han convertido en la clave para conquistar la gran pantalla nacional.









