Manu Chao volvió a Córdoba tras nueve largos años y lo hizo con toda. Como es costumbre, el francoespañol hizo retumbar el escenario en el Quality, que estuvo repleto, con casi 4.000 personas. Con un fuerte contenido político, muchos mensajes de resistencia y la presencia de varios músicos locales, el artista dejó extasiado a su público, que esperó su regreso a la Docta por casi una década.
«¡Buenas noches, Córdoba! Tanto tiempo. Pase lo que pase, sea lo que sea», fueron las primeras palabras del músico, que en su formato acústico estuvo acompañado por el argentino Lucky Salvadori en la guitarrita y el bichito cordobés, y el español Miguel Rumbao en el bongo.
Antes del show, activistas de Córdoba y provincias aledañas se adueñaron del escenario para dar un fuerte mensaje en contra de la megaminería y la construcción de la autovía en Punilla. También hubo lugar para críticas al gobierno nacional por su política de ajuste a los trabajadores, jubilados y estudiantes, algo que el público acompañó con fervor.
Ya ante su gente, Manu sacó a relucir su amplio repertorio y cantó hit tras hit. «Vecinos del Mar», «Todo llegará» y «Me llaman calle» fueron las primeras canciones que hicieron levantar al público, pero fue en «La vida tómbola» -el sentido homenaje a Diego Armando Maradona- cuando se empezaron a ver las primeras lágrimas en varios rostros. El «Olé, olé, olé, Diego, Diego» se hizo escuchar en todo el lugar.
«Me quedo contigo (si me das a elegir)», «Mala Vida», «King of the bongo» y «Huelga de Amores» -de Divididos- hicieron temblar al Quality, que hace semanas había colgado el cartel de entradas agotadas. De remera roja y gorra gris estilo Che Guevara, Manu Chao agitó los brazos y arengó a su público una y otra vez durante las dos horas y media que duró el show.
Varios artistas locales cantaron junto a él: La Juli, el Negro Cheto y el Perro Verde, además de Sol Pereyra, quien había teloneando al francoespañol. Todos los artistas sacaron a relucir sus propias letras, pero siempre con la lucha y la resistencia como eje principal. «Fuera Monsanto» y «Fuera Porta» fueron algunos de los gritos de combate, además de palabras de agradecimiento a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Allí se sumó Manu, al grito de «Fuera motosierra», en una clara crítica hacia Javier Milei.
«Je ne t’aime plusx», «Bienvenido a Tijuana», «El viento» y «Clandestino» fueron otros de los éxitos que seleccionó Manu Chao para agasajar a los presentes, mientras agradecía a Córdoba en cada parate. Al artista internacional se lo vió suelto y feliz de regresar a la provincia, y quedó demostrado en la química que mostró con los miles de espectadores. Para cerrar con el soñado reencuentro, Manu eligió «Desaparecido», «Lágrimas de Oro» y un enganchado de «La Primavera» y «Me Gustas Tú».
Lejos de las especulaciones previas, el formato acústico que trajo a Manu Chao de regreso a Córdoba brindó una propuesta minimalista, simple y sencilla, pero muy potente en cuanto a lo sonoro, tanto así que logró revitalizar varias de sus melodías incluso aún más que en el formato eléctrico.
«Pase lo que pase, sea lo que sea. Próxima estación: esperanza». El mantra de Manu se escuchó más de una vez en suelo cordobés. Y así será. Esperaremos esperanzados el regreso de un músico excepcional, que sabe interpretar como muy pocos el contexto y las luchas no solo de Argentina, sino de toda Latinoamérica, y que, como si fuera poco, sabe a la perfección cuál es la receta de la felicidad para los más grandes, que lo siguen desde sus comienzos, y los jóvenes, que se suman año tras año a disfrutar su repertorio.