La obra escrita “Mi nombre es un número (antes, durante y después de Auschwitz)” se presentará en formato de teatro leído el próximo miércoles a las 19. La cita tendrá lugar en la Academia Nacional de Ciencias (av. Vélez Sarsfield 249). El evento organizado por la fundación ProArte Córdoba cuenta con entrada libre y gratuita.
La producción artística del ingeniero Eduardo Ibáñez Padilla “Mi nombre es un número”, opera sobre la vida de Edgar Wildfeuer, el único sobreviviente del campo de exterminio nazi Auschwitz, que vivía en Córdoba. Wildfeuer falleció a los 98 años de edad en agosto del 2022. Oriundo de Polonia, nació en Czechowice-Dziedzice en 1924 y llegó al territorio argentino en el año 1949 para radicarse en Córdoba. En el ámbito educativo se recibió de ingeniero y desarrolló una vida profesional activa con el dominio del idioma castellano.
En el campo de Auschwitz fueron asesinados de forma sistemática más de un millón de judíos. Durante los años del holocausto, el ejército nazi asesinó a toda su familia. Como evidencia de su paso por el establecimiento carcelario, Edgar llevaba tatuado en su brazo izquierdo su número de prisionero: el 174.189. Allí estuvo preso un año “con rutinas de trabajo agotadoras, con frío y muy poca comida, que comenzaban a las 5 de la mañana y muchas veces finalizaban después de las 7 de la tarde”, expresó el Museo del Holocausto de Buenos Aires en redes sociales.
La obra que se podrá presenciar el miércoles, invita a reflexionar acerca de la condición humana y la voluntad de superación. En ese sentido Wildfeuer participó de manera activa en la difusión de los horrores del genocidio. En la interpretación teatral, Carlos Hairabedian dará voz a Edgar Wildfeuer; el comunicador Ramiro Novillo Saravia representará el papel de periodista; en tanto las voces de los dos relatores estarán a cargo del doctor Maximiliano Olocco y la actriz y cantante Dora Spollansky.
Por último, una vez finalizada la lectura, se llevará a cabo un debate con el público, que estará coordinado por el autor del texto, Eduardo Ibáñez Padilla.