La industria del entretenimiento atravesó este viernes uno de los movimientos más significativos de su historia reciente. Tras semanas de negociaciones y una puja intensa entre gigantes, Netflix confirmó la compra de los principales activos de Warner Bros. Discovery (WBD) por 82.700 millones de dólares. El acuerdo redefine el mapa del sector al unir al mayor jugador del streaming con uno de los estudios más influyentes de la historia de Hollywood.
Today, Netflix announced our acquisition of Warner Bros. Together, we’ll define the next century of storytelling, creating an extraordinary entertainment offering for audiences everywhere. https://t.co/rXPFMNIs1A pic.twitter.com/0pdsMUEob8
— Netflix (@netflix) December 5, 2025
Una reestructuración sin precedentes
La operación fue aprobada por unanimidad por ambas juntas directivas. Antes de que Netflix tome control pleno, se ejecutará la escisión de Discovery Global, la nueva compañía que concentrará los canales de televisión lineal como CNN, TNT y Discovery+.
Netflix se queda con el núcleo histórico: Warner Bros. Studios, sus divisiones de cine y televisión, HBO, HBO Max y todo el catálogo asociado.
Un catálogo que cambia la competencia
“Teníamos la misión de entretener al mundo desde el primer día”, señaló el CEO de Netflix, Ted Sarandos, al anunciar la compra. La integración de bibliotecas crea una oferta sin antecedentes: desde clásicos como Casablanca (1942) o El Ciudadano (1941), sagas como Harry Potter, El Señor de los Anillos y series del calibre de Game of Thrones o The Sopranos junto a éxitos propios de Netflix como Stranger Things y El juego del calamar.
Analistas de Bank of America ven la operación como un movimiento que “consolida una ventaja competitiva difícil de igualar”, marcando un nuevo estándar para el negocio del streaming.
En ese sentido, agregaron: “La guerra de ofertas por los activos de streaming y de estudios de WBD refleja la realidad económica del entorno mediático de 2025, en el que estudios/compañías medianos de medios tradicionales ya no pueden competir con la economía unitaria de Netflix o con el ecosistema de grandes jugadores tecnológicos como Amazon”.
Tensiones y críticas internas
El proceso no estuvo exento de fricciones. Paramount Skydance, uno de los oferentes derrotados, acusó a WBD de llevar adelante un “proceso miope” que favorecía desde el inicio a Netflix.
Los gremios también encendieron alarmas. El Sindicato de Guionistas (WGA) señaló que la consolidación “amenaza la diversidad de contenidos” y advirtió sobre un mercado dominado por un triángulo de poder: Disney, Amazon y Netflix.
El futuro del cine en salas
La pregunta que atraviesa a exhibidores y cinéfilos es cómo impactará la compra en la distribución. Mientras los estudios tradicionales mantienen ventanas exclusivas de unos 45 días, Netflix suele reducirlas a dos semanas (17 días, en general). Aunque el acuerdo confirma que la división cinematográfica seguirá operativa, organizaciones de exhibidores de gran calibre como Cinema United anticipan efectos directos en la asistencia a salas.
De todos modos, en el comunicado difundido esta mañana, Netflix se compromete a mantener los lanzamientos en salas. El dato llamativo es que esa palabra fue mencionada solo una vez en todo el texto.
La transacción deberá superar la revisión de los reguladores y completarse en un plazo estimado de 12 a 18 meses. Más allá de los tiempos formales, el movimiento ya alteró el equilibrio del sector. El mapa de Hollywood cambió, y lo hizo de manera irreversible.









