Buenos Aires fue testigo de una jornada histórica, y Rod Stewart también vivió un día único. La llegada del legendario cantante británico, quien a sus 80 años demuestra que la pasión por la música no se desgasta con el tiempo, combinó reconocimiento oficial, momentos privados y un recital que mantuvo al público de pie durante más de una hora y media.
La jornada comenzó con un homenaje, la Legislatura porteña lo declaró Huésped de Honor,, en reconocimiento a su “trayectoria artística y la enorme contribución de Stewart a la música y la cultura global”.
El propio Stewart se emocionó con la distinción: “Nunca antes recibí una distinción de este tipo en ninguna ciudad del mundo. Es un gran honor. Hoy es el último de los tres shows agotados y, créanme, no digo esto seguido, pero es el mejor público que hemos tenido. Muchísimas gracias desde lo profundo de mi corazón”. Además, agregó: “Es un placer estar en el país que le dio al mundo a Messi y Maradona”.
Minutos antes de subir al escenario, Stewart tuvo un encuentro privado con Charly García, quien le entregó su último vinilo, “In the City”, en un gesto de respeto y camaradería. Ambos artistas compartieron bromas y palabras de admiración mutua, generando expectativa entre los fans que esperaban ansiosos el inicio del show.

Un repaso por sus grandes éxitos: de “Maggie May” a “Do Ya Think I’m Sexy?”
El recital en el Movistar Arena arrancó con “Infatuation” y “Tonight I’m Yours”, seguido de clásicos como “The First Cut Is the Deepest”, “Baby Jane”, “Young Turks” y “Maggie May”. Entre los momentos más emotivos, Stewart rindió homenaje a Christine McVie con “I’d Rather Go Blind” y al blues con “Rollin’ & Tumblin’”, de Muddy Waters.
El show incluyó cambios de vestuario, interacción constante con el público y proyecciones que repasaron su carrera, reforzando la conexión con la historia musical del artista. La velada culminó con los bises “Sailing” y “Love Train”, acompañados de una espectacular suelta de globos multicolores que cerró la noche con broche de oro.
Aunque la gira se llama “One Last Time”, Stewart demostró que mientras pueda moverse y cantar, su música seguirá vigente. Buenos Aires fue testigo de una jornada donde honor, encuentro con Charly y un gran show se combinaron en un espectáculo inolvidable.









