Enero llega y, con él, Santa María de Punilla entra en ese tiempo particular que solo se activa cuando la música está por ocuparlo todo. La Avicultura empieza a sentirse antes de que suene la primera canción: en la ruta, en el movimiento constante, en la expectativa compartida. Hacia la derecha si se viene desde Córdoba; hacia la izquierda para quienes llegan desde otros puntos del Valle de Punilla, el predio aparece de a poco, vestido de colores, estructuras y banderas que anuncian que el verano ya está en marcha.
El atardecer marca el pulso del inicio. Las filas se extienden largas y pacientes, entre charlas, bebidas y miradas que se anticipan al escenario. Hay quienes llegan temprano para asegurarse un buen lugar y quienes esperan simplemente ese momento exacto en el que las luces se encienden y el festival empieza a tomar forma. El murmullo crece, se mezcla con las pruebas de sonido y termina por transformarse en una sola expectativa compartida.
El aire también comunica. Desde hace días, los fuegos trabajan sin pausa y el olor a comida atraviesa el predio. Este año, la presencia de las aves se multiplica en distintas preparaciones, conviviendo con clásicos infaltables de cualquier festival —panchos, hamburguesas— y con propuestas que amplían el mapa gastronómico, como las arepas colombianas, que se ganan su lugar entre los puestos más concurridos.
En ese clima, entre sabores, colores y rituales que se repiten verano tras verano, comienza una nueva edición del Festival de la Avicultura 2026, que volverá a reunir a miles de personas durante cuatro noches en el predio El Paseo. El evento se desarrollará los días miércoles 14, viernes 16, sábado 17 y jueves 22 de enero, con una grilla confirmada que cruza géneros, generaciones y públicos.
La apertura, el miércoles 14, estará a cargo de Q’ Lokura, una de las bandas más convocantes del cuarteto actual. El grupo llega en plena vigencia, con un repertorio que suma canciones recientes y nuevas versiones que ya forman parte de sus shows en vivo, sin perder el pulso festivo y romántico que lo identifica.
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El viernes 16 será una noche de cruces. Mau y Ricky presentarán su etapa más reciente, con canciones de pop latino que dialogan con sonidos urbanos y baladas contemporáneas. En la misma jornada, Dyango aportará el costado clásico y emotivo del festival, con un repertorio que combina canciones históricas y nuevas interpretaciones. La noche incluirá además la participación de un artista sorpresa, sumando expectativa a la programación.
El sábado 17 se perfila como una de las noches más convocantes, con las presentaciones de Abel Pintos y Axel. Abel llegará con canciones de sus últimos trabajos, donde profundiza una búsqueda más íntima sin dejar de lado los clásicos que el público espera. Axel, en tanto, ofrecerá un recorrido por su etapa más reciente, con temas que abordan emociones, vínculos y transformaciones personales.
El cierre, el jueves 22, tendrá acento cuartetero y espíritu de celebración con Euge Quevedo y La Banda de Carlitos. La propuesta combina material nuevo, que ya suena en bailes y plataformas digitales, con canciones que garantizan un final a puro baile para el festival.
Las entradas para el Festival de la Avicultura 2026 se encuentran disponibles a través de la plataforma Edén Entradas, canal oficial de venta del evento.
Así, entre el paisaje serrano, el ritual de la espera, los sabores que se mezclan en el aire y una grilla pensada para distintos públicos, Santa María de Punilla vuelve a prepararse para uno de los encuentros musicales más esperados del verano cordobés.












