Tal como sucedió con otros productos de la industria del acero, la elaboración de chapas evolucionó de manera considerable en los últimos tiempos. Procesos cada vez más eficientes, mayor diversidad de productos y suministros, las hacen cada vez más empleadas en la arquitectura y el interiorismo actual.
Es por eso que ya no es un material exclusivo de la cubierta de los techos. Tal como sucede en otros países, sumó protagonismo a partir de nuevos y múltiples usos.
El que sigue, es un repaso sobre sus diversas aplicaciones, las virtudes y diferentes propuestas de este noble material.
En techos
El techo de chapa es un clásico con historia. Sus tres principales virtudes son el bajo peso, su fácil instalación y resulta mucho más económico si se lo compara con las tejas cerámicas o cementicias.
“Como está hecha con acero y aleaciones más recientes (zinc y aluminio) la chapa es un material de mucha durabilidad y apto para enfrentar las condiciones meteorológicas propias del clima de Córdoba”, describe el arquitecto Gonzalo Ferrer de la firma Clapp House.
Si bien, históricamente estuvo asociada a las edificaciones económicas, hoy, es considerada una de las cubiertas más ventajosas dados su rendimiento a largo plazo, su resistencia y bajo costo de mantenimiento.
A eso debe sumarse que no se pudre, no se agrieta, no se desmorona. Tampoco se parte, difícilmente se rompa y tiene un muy buen comportamiento ante el fuego.
Como revestimiento
Empleada como revestimiento, la chapa cobró mucho protagonismo, no sólo por la estética moderna y contemporánea, que responde a las nuevas formas arquitectónicas, sino que también aporta muchos beneficios a la hora de construir.
“Puede decirse que es el revestimiento más barato, dado que su costo por metro cuadrado es cuatro veces menor en relación a otras alternativas de terminación. Pero no es sólo cuestión de precios. Además, es un excelente aliado de los sistemas de construcción en seco, ya que disminuye los tiempos de obra y una vez colocado no requiere mantenimiento alguno”, detalla el profesional.
Otro beneficio para destacar es la posibilidad de crear fachadas ventiladas, que posibilitan un gran ahorro de energía y aportan a la sustentabilidad a la edificación. “Tanto en la construcción en seco como en tradicional genera una cámara de aire, que al calentarse sube y se escapa por la parte superior de la cámara, transmitiendo solo un 15% del calor a la superficie que lo acompaña”, explica el arquitecto.
Su versatilidad hace que se adapte a diversos estilos y acompaña muy bien a otros materiales como hormigón, madera, revoques plásticos y hasta placas o tablas de fibrocemento, como es el caso de Siding.
Tejado metálico
Dentro de los techos el mercado propone también la cubierta continua de acero confirmado que imita con precisión y elegancia a las tradicionales cubiertas de tejas cerámicas, tanto la francesa como la colonial, pero con la diferencia de brindar una vida útil tres veces mayor.
“Tejatech (tal es su nombre comercial) es un producto con múltiples ventajas entre las que sobresale la disminución de los costos finales de obra hasta un 30% gracias a su facilidad de transporte, acopio, manipulación y reducción de mano de obra”, asegura Marcelo Castaño de la firma local Marcelo Castaño.
En ese sentido, Castaño enumera una serie de propiedades:
– durabilidad,
– fácil instalación,
– mayor economía en la estructura,
– resistencia en todo tipo de clima, soporta grandes variaciones de temperatura,
– cortes a medida, lo que evita desperdicios,
– amigable con el ambiente: el acero es 100% reciclable,
– no requiere mantenimiento.
Dentro de las propuestas comerciales y con iguales características, hay un modelo que incluye núcleo de poliuretano inyectado en línea continua y su cara interior está recubierta por foil de polipropileno de alta resistencia, otorgando un óptimo nivel de aislamiento térmico.
Puede utilizarse para rehabilitar techos con problemas de filtraciones como también en obras nuevas de diversas tipologías, combinado con cualquier versión de cielorraso.
Corte láser
La chapa calada o perforada es el resultado de un proceso de estampado en frío de una lámina de acero. Originariamente su aplicación respondía a la agricultura, a la industria alimenticia, y a otros rubros, hoy su empleo se extendió a otras ramas dada la versatilidad y nobleza del material.
Desde hace unos años ganó popularidad en la arquitectura y el diseño, ofreciendo una estética singular y amplia funcionalidad. Gracias al uso de la tecnología CNC de corte láser, estos elementos se presentan muy precisos, con estilo y múltiples detalles.
“La tecnología láser abrió un abanico amplio de posibilidades: permite realizar cortes, calados y perforaciones de variada complejidad, con vaciados de diversas formas y tolerancias. Se trata de un proceso de última generación con el que se obtiene mayor precisión, velocidad y versatilidad de formas y figuras”, señalan desde la empresa RVM Servicios Metalúrgicos.
Es por eso que hoy se advierten fachadas de edificios y casas, simulando ser una piel metálica, donde la estética juega un rol preponderante.
También se las aplica en interiores sea como cielorrasos decorativos, barandas de escaleras, en la construcción de lámparas para dar efectos de retroiluminación, como paneles divisores de oficinas y hasta en la confección de mobiliario. Su uso se extiende a divisores de ambientes, pérgolas, jardines verticales, parasoles, puertas y portones.
Esta tecnología también es utilizada para realizar cortes a distintos tipos de tubos, ya sean de acero al carbono, acero inoxidable, acero galvanizado o aluminio, un aporte más a la estética y al diseño particular de cerramientos y a las fachadas.