Desde hace más de una década, el bienestar físico y mental de los trabajadores se posicionó progresivamente en el centro de todas las políticas y decisiones empresariales. Este enfoque más centrado en las personas llevó a cada vez más organizaciones a repensar no sólo la manera en la cual estas interactúan con sus colaboradores, sino también a reevaluar el impacto que tienen los espacios de trabajo sobre su salud, motivación y productividad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se entiende por salud a un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente a la ausencia de afecciones o enfermedades. En el ámbito laboral, la modalidad de trabajo y el espacio físico en donde se desarrolla la labor desempeñan un papel fundamental en el día a día.
Un diseño adecuado puede ser un poderoso catalizador para la creatividad, la colaboración y la productividad, mientras que un entorno mal diseñado puede tener un efecto contrario, generando desmotivación y estrés. Aspectos como la iluminación, la disposición de los muebles, la acústica y la inclusión de elementos naturales se convierten en determinantes del bienestar físico y mental de los colaboradores.
En el Día Mundial de la Salud, WeWork -compañía líder a nivel mundial en espacios de trabajo flexibles- presenta una serie de recomendaciones para diseñar espacios de trabajo que contribuyan al bienestar integral de los trabajadores.
Recomendaciones
Prestar atención al mobiliario y a la ergonomía
La ergonomía es una disciplina orientada a diseñar el lugar de trabajo para optimizar la interacción entre las personas y los elementos de su entorno. En este sentido, un mobiliario ergonómico es clave para prevenir la fatiga y el malestar físico de los colaboradores. Las sillas incómodas y los escritorios mal ajustados pueden causar una serie de problemas, desde dolores de espalda hasta fatiga, lo que inevitablemente lleva a una baja en el rendimiento. Por lo tanto, es importante que todos los muebles sean ajustables y se adapten a las necesidades individuales de cada colaborador.
Optimizar la iluminación
La iluminación natural es crucial para el bienestar de los empleados. Esta juega un papel fundamental en la regulación del ritmo circadiano, el cual influye directamente en nuestro ciclo de sueño y vigilia, afectando así nuestra energía, estado de ánimo y, en última instancia, nuestra productividad. Por ello, es recomendable diseñar espacios con ventanas amplias y áreas abiertas que permitan la entrada de luz natural.
Controlar el ruido
La exposición constante al ruido en el entorno laboral se ha asociado con niveles elevados de estrés y dificultades para concentrarse. Para mitigar este problema, se pueden implementar diversas estrategias como la utilización de materiales acústicos en paredes y techos, así como alfombras y cortinas que ayuden a absorber el sonido. Además, es recomendable establecer zonas silenciosas donde se fomente un ambiente tranquilo propicio para la concentración.
El modelo de trabajo también importa
En un entorno laboral en constante evolución, la capacidad de adaptarse a diferentes modelos de trabajo, como el trabajo remoto, el híbrido o el presencial, se ha convertido en un elemento clave para promover la salud mental y física de los empleados. De acuerdo con el informe Retos y perspectivas del trabajo: revelando las claves de la evolución laboral elaborado por WeWork y la consultora Michael Page, el 61% de los colaboradores argentinos asegura que su salud mental ha mejorado desde que trabaja en un modelo híbrido y un 65% considera que su productividad ha aumentado significativamente.
Con el progresivo regreso a la presencialidad completa, las organizaciones enfrentan el desafío de reintegrar a los empleados en un entorno que, para muchos, puede resultar abrumador después de un periodo prolongado de trabajo remoto. Este cambio de paradigma requiere una atención cuidadosa a la salud mental de los empleados, así como la implementación de políticas y prácticas que faciliten una transición efectiva.
Establecer políticas de bienestar
En paralelo a las mejoras edilicias y en el mobiliario, es fundamental que las organizaciones promuevan una cultura que valore el bienestar de los empleados. En algunos casos, ofrecer talleres de bienestar, manejo del estrés y relajación, y actividad física pueden ser de gran ayuda para educar a los empleados sobre cómo cuidar su salud en el trabajo es esencial para fomentar un ambiente laboral positivo y sostenible.
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