La caspa es un problema común que afecta a millones de personas en todo el mundo y es la tercera preocupación capilar más frecuente, siendo la primera para los hombres. Ante la búsqueda de soluciones, muchos recurren a remedios caseros que encuentran en internet o que fueron transmitidos de boca en boca. Sin embargo, ¿son realmente efectivos? La Dra. Vanina Gegdyszman (MN 144999), Médica Dermatóloga Tricóloga para Vichy, revela por qué hay que evitarlos y explica que la visita dermatológica y los shampoos anti-caspa son la opción más confiable para tratar esta problemática.
Como primer paso, es importante desmitificar que a pesar de que la caspa se suele relacionar a la falta de higiene, esto no es cierto. Existen factores internos y externos que son parte de nuestro ambiente que alteran al cabello y pueden influir en la aparición de esta afección, como el estrés, la dieta, la falta de sueño, las condiciones climáticas y la contaminación ambiental, entre otros.
Ahora bien, ¿por qué es importante recurrir a un profesional y no a remedios caseros para tratar esta problemática?
El cuero cabelludo es piel. Y cuando presenta alteraciones, necesita un abordaje dermatológico. La evaluación por el dermatólogo tricólogo, que incluye herramientas como la tricoscopia, permite analizar el cuero cabelludo en profundidad y diferenciar una caspa de otras condiciones como la dermatitis seborreica, la psoriasis o la seborrea. Cada una requiere un enfoque distinto, por eso es clave identificar la causa para definir el mejor tratamiento.
En redes sociales circulan un sinfín de recomendaciones para tratar la caspa con ingredientes de cocina. Sin embargo, estos métodos pueden terminar generando más daño que beneficio. El vinagre y el limón, por su acidez, pueden alterar la barrera cutánea y empeorar la irritación. Mientras que el bicarbonato de sodio, al ser altamente alcalino, modifica el pH del cuero cabelludo y de la fibra capilar, debilitándolos. A largo plazo, estos remedios pueden aumentar la inflamación y síntomas como picazón, ardor y descamación, dificultando aún más el control de la caspa.
La clave para controlar la caspa no está en soluciones caseras ni en cambios aislados, sino en un tratamiento adaptado a cada persona, basado en evidencia científica, seguido de una fase de mantenimiento. Elegir productos con respaldo profesional no es solo una cuestión de eficacia, sino también de seguridad. La diferencia entre controlar la caspa de manera efectiva o entrar en un círculo de irritación y empeoramiento está en usar el tratamiento adecuado.
Los shampoos con aval dermatológico contienen ingredientes activos respaldados por estudios clínicos que han demostrado su eficacia para regular la microbiota del cuero cabelludo, controlar la inflamación y reducir la descamación. Activos como el piritionato de zinc, disulfuro de selenio, ácido salicílico y ketoconazol son fundamentales en el tratamiento, ya que no solo eliminan la caspa visible, sino que actúan sobre la causa para prevenir su reaparición.
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