Por Francesca Bottaro Castilla (Especial para HDC)
¿Qué se puede hacer con un cajón descartable de verdulería? La cantidad de respuestas que esta pregunta obtendría podría ser infinita debido a la versatilidad de este producto.
Federico Paak y su esposa, Ivana Amaya, se hicieron esa pregunta allá por el año 2007, pero a diferencia de los simples mortales que en ese elemento no ven más que un posible mueble, ellos visualizaron un emprendimiento: Azafrán Mediterráneo (Villa General Belgrano).
Sin embargo, si seguimos tirando del hilo, podemos descubrir que para que el cajón de madera se convierta en un emprendimiento, primero hizo falta que exista una curiosidad: la madre de Federico, médica endocrinóloga, investigaba cómo los bulbos y flores del azafrán, podían estar relacionados con una medicina alternativa para el cáncer de tiroides.
De esa curiosidad sobrevino la idea, de la idea la acción y de la acción una realidad.
“Vimos en el azafrán una buena oportunidad de mercado y empezamos de a poco a producirlo”, recuerda Paak.
Sin saberlo, aquel día en donde los integrantes de la familia Paak se llenaron las manos de tierra y colocaron el primer bulbo dentro de aquel cajón de verdulería, fue el día en que comenzaron a ser pioneros, en toda la provincia de Córdoba, del cultivo de esta planta milenaria, el crocus sativus linnaeu.
Ni bitcoins ni dólares: invertir en bulbos
Aquel bulbo precursor, se reprodujo y hoy cuenta con 4 millones de bulbos hermanos en la sede centra de Azafrán Mediterráneo en Villa General Belgrano.
Además, los emprendedores cultivan bulbos (o cormos) de azafrán en Colonia Caroya, San Agustín, Río Cuarto, Carlos Paz, Río Primero, Arroyito, entre otros.
Al tiempo de comenzar con el cultivo del azafrán, Paak y su mujer se dieron cuenta que la especia se les acotaba muy rápido y se quedaban sin reservas para seguir produciendo. Ante esto, Federico afinó su ojo empresarial y descubrió que el negocio de esta planta milenaria también estaba en vender sus bulbos, así creó un sistema de reproducción.
“Para obtener un kilo de azafrán puro se necesitan unos 45.000 bulbos y más de 150.000 flores. Entonces nos dimos cuenta que era mucho más rentable producir y vender bulbos”, explica Paak.Es así como Azafrán Mediterráneo actualmente lidera una red de productores que engordan, reproducen y comercializan los bulbos.
“Quienes quieren comprar bulbos tienen dos opciones: nos pueden comprar los bulbos y los producen por su cuenta, o los dejan con nosotros, y nosotros con un sistema de cultivo semi controlado en cajones en altura le hacemos todo el laboreo, la siembra, la cosecha y la produccion”, adelanta el emprendedor.
“Hoy nosotros producimos bulbos para poder tener cierta masa crítica el día de mañana. Si no contamos con la cantidad de bulbos necesarios no podemos lograr la masa crítica para poder hacer flores, que es de donde sale el azafrán y poder comercializaro al exterior”, explica Federico y agrega: “Entonces ahí es donde estamos apuntando, a esa masa crítica, para poder comercializar nuestro producto en el exterior”.
La planta milenaria más versátil
Si hay algo que caracteriza a Azafrán Mediterráneo es la innovación. El emprendimiento además de comercializar esta especia de la manera tradicional, se encarga de generar diferentes productos en donde se puedan apreciar las bondades que tiene esta planta.De esta forma, la firma comercializa en supermercados, casas de delikatesen y en su propia tienda nube, aquella planta herbácea de forma molida o en hebras, pero además, le dan un valor agregado y utilizan las cualidades del azafrán en diferentes productos como gin, cerveza, grapa, caramelos, miel, perfumes y cremas.
Es así como la familia Paak, investiga el potencial de emprendedores que hay en determinadas zonas y los aprovecha para generar novedosos productos, a la vez que brinda nuevos puestos de trabajo.
“Tenemos como proyecto más importante el colocar nuestro azafrán en toda la provincia de Córdoba, industrializarlo de tal forma que la gente consuma azafrán mas a menudo, de la forma tradicional y de manera innovadora como es en cremas, bebidas, etc. Tenemos un montón de subproductos en mente, la idea es seguir investigando y desarrollando nuevos que nos permitan acercanos a nuestros clientes”, explica Paak.
En recetas de los más famosos
Hace poco, Narda Lepes se refirió en una entrevista periodística a Azafrán Mediterráeno como el mejor de la Argentina. Ante la pregunta de si sabe por qué la reconocida cocinera calificó de esta manera a su producto, Paak responde: “Nuestro azafrán tiene un picor, un sabor y un aroma que deviene de la forma que tenemos de cosecharlo, la altura de los cajones y la zona en donde se produce, y eso es lo que hace que sea un azafrán muy preciado”.
Es mundiamente sabido que el azafrán es la especie más cara en la historia de la humanidad. Muchas veces el kilogramo de azafrán logró superar el valor del kilogramo de oro. Lo que algunos ven como un obstáculo, para otros es una oportunidad: “Tenemos una fortaleza muy grandes y es que el azafrán es la especie mas cara del mundo en la historia de la humanidad, entonces si logras resaltar eso, si lográs hacer un muy buen producto, tenes todo para delante”, asegura Paak.
El emprendedor confiesa que empezaron de a poco y todo todo lo hicieron “desde abajo”, pero apuntan a seguir produciendo un azafrán de excelencia y llegar de esta manera a nichos grandes.
Delicado como una flor de azafrán
“El azafrán es una planta muy frágil, si le da mucho tiempo el sol la podés perder casi en su totalidad”, adelanta Paak. El bulbo de azafrán se siembra en marzo. “Es parecido a un diente de ajo, que luego de un tiempo empieza a transformarse en una especie de ‘cabeza de ajo’ y es en ese momeno donde nosotros sacamos los bublos que comercializamos”, detalla.
Después de sembrar el bulbo, viene la etapa de floración en los meses de abril y mayo. En este momento nace la flor y es en los estigmas de la misma en donde se encuentra el “oro rojo” o azafrán. Estos estigmas se deben separar uno por uno y de manera totalmente artesanal, por esta razón es que se la conoce como la especie más cara del mundo. Para dimensionar: se necesitan 150.000 flores para obtener 1 kilo de azafrán. “La flor es super delicada. Florece de noche, por eso es importante cosecharla de madrugada porque no puede darle mucho tiempo el sol”, explica el emprendedor.
El sistema que Azafrán Mediterráneo ideó para realizar el cultivo de azafrán es mediante largas estructuras de cemento al aire libre, ubicadas en altura para “evitar la competencia con las malezas y dificultar el acceso a roedores”.
“Con este método también cuidamos el medio ambiente ya que al hacerlo en cajones, el agua que utilizamos es mucho menor. Si tuviesemos que regar un campo tendríamos que inundar todo el campo y ahí el gasto de agua sería inmenso. Al regar en cajones potenciamos el beneficio del agua”, cuenta Paak.
Nada se pierde, todo se transforma
Es así como:
Una simple curiosidad puede convertirse en un emprendimiento.
Un cajón de verdulería en cientos de hectáreas con bulbos.
Y el interior de una flor, en el mejor azafrán de origen nacional.
Sólo hace falta tener algo que vale casi lo mismo que un kilo de azafrán, y que debe manipularse con la misma delicadeza con la cual se manipulan los estigmas más valiosos en el mundo de las especias, y que Azafrán Mediterráneo parece manejar a la perfeccion: la dedicación.
Para realizar una visita a Azafrán Mediterráneo o conseguir alguno de sus productos contactarse al 549-3546510088 o escribir por instagram a @azafran_mediterraneo.