Si hablamos de bailarines talentosos en la danza clásica, por supuesto, debemos referirnos a Julio Bocca y a Eleonora Cassano. Ambas figuras del ballet se formaron en el Teatro Colón y empezaron a trabajar juntos en 1989. Actualmente hay otra realidad que les toca vivir con respecto al teatro: el tema jubilatorio.
La artista reveló una fuerte polémica contra el salón donde ejerció su profesión. Ella confesó que no se pudo jubilar como bailarina porque el teatro no realizó aportes previsionales. Y especificó que un bailarín se puede jubilar a los 40 años, con 20 de aportes.
Eleonora Cassano realizó declaraciones por radio y se refirió al mal momento que está atravesando. “Es vergonzoso como Julio Bocca tuvo que renunciar al Teatro Colón. Nosotros no nos podemos jubilar. Yo estoy luchando. Parece que me sale la jubilación como ama de casa”. A su vez contó: “Una licencia sin goce de sueldo para representar al teatro en el mundo. Empezamos a hacer eso y no paramos más. En esos años no se pagaron los aportes correspondientes por lo que el tiempo de aportes es poco en relación a la carrera que tengo”.
La profesional de 54 años también aludió a cuál sería la forma de conseguir la jubilación. “Para jubilarme, tengo que ir 20 años más al Teatro Colón a hacer nada. Con los abogados no hay forma”. Además, comentó su postura frente a la controversia en la que su compañero de baile también está envuelto. “Julio estaba en esa misma situación y él decidió renunciar [al Ballet]. Yo no. Es mi lugar, me crié ahí, me lo gané. Alguien tiene que pensar un poco todo esto porque es una vergüenza. Como mi caso hay un montón de bailarines en la misma situación”. Y remarcó que lo más triste es que traten a los artistas como empleados municipales.
Por otro lado, Cassano habló de su retiro en 2012. “No haberme podido despedirme en el Colón me duele por las personas que no me invitaron. Era gente conocida que no fue capaz de decir si quería hacer un tanguito antes de despedirme. Me dolió y me duele”. Otro tema a la cual apuntó fue a la gala que hizo el Colón para la Cumbre del G-20 hace casi un año, en la que fue llamada a realizar una performance. “A mí me llamaron para ir y no me terminó de cerrar. A último momento pensé que iba a ser toda una complicación. Fue una decisión personal: no me pareció volver a bailar en el Colón para hacer una pedorrada de 30 o 50 segundos. Yo tuve mi despedida divina en la 9 de Julio”. Y crítico a Bocca por la presencia que tuvo. “Tendría que haber hecho algo exclusivo, hasta podríamos haber hecho algo juntos. Pasó sin nada. Encima con jean. No correspondía esa presentación para él”.
Por su parte, desde el Colón aclararon su posición frente a lo sucedido al medio Exitoína. «El teatro Colón no jubila a nadie, el que jubila es el Gobierno de la Ciudad. A pesar que a ella le moleste, es una agente municipal, y no es ningún deshonor serlo. Ella trabajó 7 años y dos meses en el Colón y tiene todos sus aportes previsionales hechos. Hasta que un día se fue al Ballet Argentino con Julio Bocca y pidió licencia sin goce de sueldo, por lo que si vos no tenés sueldo, no tenés aportes. En veinte años nunca vino a bajar la licencia, que aún sigue vigente, por eso ella figura en los programas de mano como bailarina del teatro. Si hubiese dado de baja la licencia, hubiese tenido trabajo y el salario que le correspondía, con sus respectivos aportes”, señalaron.