En el marco de las acciones para el saneamiento de las cuencas hídricas de Córdoba, el Gobierno provincial y el sector académico realizaron un exhaustivo monitoreo del embalse Río Tercero, cuyos resultados confirmaron la buena calidad del agua en toda su superficie.
El relevamiento, efectuado en junio y julio, evaluó variables físico-químicas y biológicas, el estado trófico y la presencia de algas o cianobacterias. El informe concluyó que el embalse presenta agua clara, sin floraciones significativas, y con características de agua dulce, blanda y bicarbonatada sódica-cálcica, apta para potabilización con los análisis microbiológicos correspondientes.
La iniciativa fue impulsada bajo un convenio entre el Ministerio de Ambiente y Economía Circular, la Autoridad de Cuencas y el CONICET, y estuvo a cargo del Grupo de Monitoreo de Aguas Superficiales Interiores (GMASI), que combina trabajo de campo y herramientas de teledetección para evaluar y gestionar recursos hídricos.
La ministra de Ambiente y Economía Circular, Victoria Flores, subrayó que “el trabajo conjunto entre ciencia y gestión pública es esencial para garantizar la salud de nuestras cuencas”, y remarcó que el desarrollo sostenible “consiste en equilibrar el crecimiento de las comunidades con la protección de la naturaleza para las generaciones futuras”.
Esta actividad forma parte de la estrategia provincial para preservar la calidad del agua y avanzar en el saneamiento de las cuencas, fortaleciendo la planificación ambiental sobre bases científicas.