En el marco del lanzamiento de la siembra de trigo en la localidad de Leones, el ministro de Bioagroindustria de Córdoba, Sergio Busso, volvió a alzar la voz contra las retenciones al sector agropecuario, una medida que, según afirmó, perjudica no solo a los productores rurales, sino al conjunto de la economía local.
“La eliminación de las retenciones es una demanda histórica que Córdoba ha planteado sistemáticamente a todos los gobiernos nacionales, sin distinción de color político”, expresó Busso. Y agregó: “Este no es un reclamo partidario, es una necesidad estructural de nuestras comunidades productivas”.
Impacto en toda la cadena
El funcionario remarcó que las consecuencias de las retenciones trascienden al campo. “Afectan también a comerciantes, proveedores de insumos, vendedores de maquinaria y a toda la red que depende directa o indirectamente de la actividad agropecuaria”, explicó. “Las retenciones generan un efecto dominó que frena el desarrollo económico en el interior del país”.
Durante su discurso, Busso cuestionó que el actual gobierno nacional —que en campaña prometió eliminar las retenciones— no solo no cumplió esa promesa, sino que optó por incrementarlas. “Lo hicimos con todos los gobiernos y ahora lo seguimos haciendo. Hay productores que entregaron campos enteros por las retenciones. Duele ver eso”, lamentó.
Reclamo de equidad y gradualidad
El ministro también planteó una comparación con otros sectores estratégicos: “Mientras al agro se lo penaliza, hay sectores como la energía, el petróleo o la minería que reciben beneficios del Estado. Al campo, que aporta desde hace más de 20 años, se lo castiga”.
Busso señaló que el campo está dispuesto a acompañar el proceso de estabilización económica y control de la inflación, pero pidió transparencia sobre los recursos que permiten alcanzar el superávit fiscal: “Es importante saber con qué dinero se consigue”.
Finalmente, propuso una salida ordenada: “No pedimos que se eliminen las retenciones de un día para el otro. Pero sí que se mantenga el compromiso asumido en enero. La baja debe ser gradual, con un horizonte claro: llegar a retenciones cero en tres o cuatro años”.
Con este posicionamiento, Córdoba reafirma su liderazgo en la defensa del interior productivo, en un momento de tensiones crecientes entre el gobierno nacional y los actores clave del sector agroindustrial.