La selección de Inglaterra trabaja en un plan integral para enfrentar las altas temperaturas previstas durante el Mundial de 2026, que se disputará en verano en Estados Unidos, México y Canadá. Entre las alternativas en evaluación, el cuerpo técnico analiza dejar a los suplentes en el vestuario durante los partidos para evitar la exposición prolongada al calor, una medida poco habitual pero que ya se aplicó en competencias recientes.
Thomas Tuchel, entrenador del conjunto inglés, confirmó a la BBC que la decisión está en estudio y que se prioriza el cuidado físico de los futbolistas. “Si eso nos ayuda, lo consideraremos”, señaló, aunque reconoció que no es una medida cómoda para el plantel, que suele acompañar desde el banco. La referencia del DT no es teórica: durante el Mundial de Clubes en Estados Unidos, equipos como el Borussia Dortmund ya recurrieron a estrategias similares para evitar golpes de calor.
Los datos que manejan las selecciones refuerzan la preocupación. Un informe sobre las 16 sedes mundialistas indica que 10 presentan riesgo grave de calor extremo, con temperaturas que podrían superar los 40°C. A esto se suman otros fenómenos climáticos que podrían influir en la competencia, como incendios, huracanes y tormentas.
Ante este escenario, Inglaterra diseña un programa de adaptación que incluye pretemporada en Estados Unidos, rutinas de aclimatación, hidratación intensiva y períodos de recuperación ampliados. La Federación Inglesa ya inició conversaciones con David Beckham para utilizar las instalaciones del Inter Miami como base de preparación.
Tuchel sintetizó el desafío: el calor obligará a modificar la intensidad y los planteos tácticos. “No se puede jugar el mismo fútbol a 45 grados que a 21”, señaló.
Las sedes mundialistas más calurosas
Entre las sedes con temperaturas más extremas del Mundial 2026, Dallas, Houston y Monterrey aparecen al tope del ranking por sus condiciones climáticas severas durante el verano. En Dallas (AT&T Stadium), las máximas suelen superar los 38°C y, en olas de calor, rozar los 45°C. Houston (NRG Stadium) combina valores similares con una humedad muy alta que eleva la sensación térmica por encima de los 40°C. En Monterrey (Estadio BBVA), las temperaturas también alcanzan los 35–40°C, con un clima seco que incrementa el riesgo de deshidratación y golpes de calor. Estas tres sedes representan los escenarios más exigentes para los jugadores en la próxima Copa del Mundo.









