Si pierdes el camino, empieza de nuevo. Michelangelo Buonarotti (1494)
El domingo 26 de octubre, poco después de la 21 hs, el estupor por los resultados de las elecciones de medio término ganó a todos los argentinos. Ni el propio presidente, esperaba triunfar de esta manera. Como todo fenómeno sociológico, este fenómeno es multicausal. Analizaré como aporte al debate, a mi modo de ver, algunas de las posibles causas.
La primera de ellas se observa en la propia consigna de campaña de Milei. Repitió hasta el cansancio “o la libertad avanza o Argentina retrocede”, entendiendo como retroceso al kirchnerismo. Primero creo la falacia del miedo al regreso de los K al gobierno y luego se presentó, como única opción para evitarlo y el pueblo le creyó. ¿Por qué creyó que Milei era la mejor opción «anti K»? Porque Milei se constituyó como el adalid del antikirchnerismo , desde que comenzó su carrera política. Entonces, ¿si tienes la versión en original representado en Milei, para que vas a elegir la fotocopia a partir de Provincias Unidas? Fue mucho más creíble el mensaje del presidente basado en el “predominio de las emociones por sobre la racionalidad mediante mensajes cargados de emociones, especialmente miedo, odio y resentimiento” (Los ingenieros del caos, Da Empoli,2022).
La segunda causa de lo ocurrido surge de la estrategia de campaña. Milei nacionalizó la elección plebiscitando su gestión y haciendo sospechoso de ser «K» a todo aquel que no fuera libertario, mientras la oposición, que debía ser el peronismo, apareció fragmentada: por un lado el PJ de Cristina y Kicillof más algunos gobernadores, por otro lado Provincias Unidas y, en algunos territorios como Córdoba, hasta una tercera opción como De la Sota.
Faltó un comando unificado del peronismo con sus diferentes variantes (Massa, Moreno; Pichetto; Grabois; etc.) no del PJ, sino de todo el movimiento para coordinar el discurso, las candidaturas y la estrategia. Por ello, no importó que Milei pusiera candidatos desconocidos.
Otra causa fue el acuerdo con Trump. Los tweets del Secretario del Tesoro de EEUU fueron determinantes para dar tranquilidad a los mercados en momentos de gran incertidumbre, en la que el gobierno “se caía” por falta de divisas. Si bien el apoyo de EEUU puede significar condicionamientos inaceptables, es más fuerte el antikichnerismo que el anticolonialismo en la conciencia de nuestro pueblo.
Por otra parte la baja participación, síntoma del hartazgo de nuestro pueblo, benefició a Milei. Fueron a votar quienes tenían temor al regreso de los «K». La falta de un comando unificado en el peronismo y un discurso poco convincente impidió bajar el aparato partidario para garantizar una mayor asistencia.
Otra de las causas fue la baja de la inflación desde la asunción de Milei y para ello es válida esta anécdota. Una amiga, psiquiatra de profesión, pone en duda la salud mental del presidente. Sin embargo, el domingo lo votó ¿Por qué? Tiene que terminar de pagar el auto y necesita que la cuota no aumente por inflación. Algo parecido al “efecto licuadora” en épocas de la reelección de Menem.
Es necesario ahora, no echar ni jubilar a nadie, sino una oposición ¿peronismo? de brazos abiertos, que incluya y, fundamentalmente, contenga a todos.
Autor: Silvano Lenardon.









