En una jornada cargada de simbolismo por el Día de la Independencia, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), junto a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), organizó más de 30 ollas populares frente a la estación Constitución. La iniciativa fue acompañada por sindicatos del transporte terrestre, aéreo, marítimo y portuario, bajo la consigna de defender la “soberanía, el trabajo digno y los salarios justos”.
La actividad, realizada frente a la Iglesia Inmaculado Corazón de María, donde el papa Francisco predicaba en sus tiempos de sacerdote, contó con la participación destacada de los dirigentes camioneros Hugo y Pablo Moyano, quienes se mostraron juntos luego de un tiempo de distanciamiento en el marco de las tensiones dentro de la CGT por su relación con la Casa Rosada.
Juan Carlos Schmid, referente de la CATT y de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA), explicó que esta acción solidaria es continuidad de la movilización del pasado 25 de junio al Ministerio de Desregulación. “Hemos elegido este lugar con un valor simbólico. Aquí predicaba Francisco antes de ser Papa, y como él decía: nadie se salva solo”, sostuvo.
En un duro comunicado, Schmid apuntó contra el Gobierno de Javier Milei, al que acusó de promover “la imposición de la barbarie económica”. Advirtió que el oficialismo lleva adelante “un proyecto salvaje y despiadado” donde “se celebra la crueldad contra los más humildes como si fuera una virtud”.
La jornada se inscribió en una creciente tensión entre el movimiento obrero y el Ejecutivo nacional, que mantiene una política económica de ajuste y liberalización del mercado. Mientras Milei acusa a los gobernadores de querer “destruir al Gobierno nacional”, sectores sindicales y sociales continúan expresando su descontento con actos en la calle, bajo el lema de “soberanía con justicia social”.