La tradicional marcha de los jubilados que se realiza cada miércoles cambió este miércoles su punto de concentración habitual frente al Congreso Nacional y se movilizó hacia Plaza de Mayo. La protesta, que contó con el acompañamiento de diversas organizaciones políticas y sociales, incluyó reclamos por mejoras en las jubilaciones mínimas, aumento del bono de $70.000 otorgado por Anses y la restitución de medicamentos gratuitos por parte del PAMI.
La manifestación comenzó en las inmediaciones del Congreso, pero pasadas las 17 horas avanzó por Avenida de Mayo hasta llegar a Plaza de Mayo, en medio de un importante operativo de seguridad que incluyó cortes de tránsito y momentos de tensión. Hubo empujones y cruces entre manifestantes y efectivos de la Policía de la Ciudad, que aplicaron el protocolo antipiquetes y obligaron a los jubilados a marchar por las veredas.
La movilización estuvo respaldada por agrupaciones como el Frente de Izquierda, el MAS y la UTEP, y se sumaron también militantes con pancartas de diversas consignas, entre ellas “Cristina Kirchner libre”, “Israel se queda con nuestra agua” y denuncias por la situación humanitaria en Gaza. Se vieron además banderas palestinas, del colectivo LGBTIQ+ y del Che Guevara.
El reclamo principal de los jubilados apunta contra el veto del presidente Javier Milei a la ley aprobada el año pasado que proponía un incremento para el sector previsional. En ese marco, los manifestantes exigieron al Gobierno nacional una urgente actualización de los haberes mínimos, mayores bonos compensatorios y una política sanitaria que garantice el acceso gratuito a los medicamentos esenciales.
La protesta generó complicaciones en el tránsito y malestar entre automovilistas, especialmente en las cercanías del Congreso. Pese a los incidentes aislados, la movilización se desarrolló de forma pacífica y volvió a visibilizar el reclamo de un sector golpeado por la inflación y el ajuste.