El calentamiento global es peor y más rápido de lo temido, señala el último informe de situación del panel de expertos vinculados a la ONU sobre el cambio climático, un lapidario informe que considera «inequívoco» que la humanidad «calentó la atmósfera, el océano y la tierra» hasta un punto que trae riesgos de desastres «sin precedentes».
A menos de tres meses de la cumbre del clima COP26 en Glasgow, Reino Unido, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) responsabilizó al ser humano por estas alteraciones y advirtió que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
En el documento dado a conocer este lunes, ocho años después del anterior -que data de 2013- un total de 234 científicos de 195 países participantes coinciden en que, a menos que haya reducciones inmediatas y a gran escala en las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar el calentamiento a cerca de 1,5°C o incluso 2°C, ya no será posible.
Los dos objetivos del Acuerdo de París firmado en 2015 son limitar el aumento del calentamiento global inducido por el hombre a un nivel muy inferior a 2℃, y «proseguir los esfuerzos» para limitar el calentamiento a 1,5℃. Para el secretario general de la ONU, António Guterres, «el informe de IPCC de hoy es un código rojo para la humanidad».
El planeta ya alcanzó los +1,1ºC y empieza a constatar sus consecuencias: fuegos que arrasan el oeste de Estados Unidos, Grecia o Turquía, diluvios que inundan Alemania o China, termómetros que rozan los 50ºC en Canadá.
El estudio agrega que el incremento de la temperatura seguirá al menos hasta mediados de este siglo pase lo que pase y que a partir de 2050 las cosas pueden complicarse aún más.
«Si piensan que esto es grave, recuerden que lo que vemos ahora es solo la primera salva», dice Kristina Dahl, de la organización Unión de Científicos Preocupados (UCS).
Incluso limitando el calentamiento a +1,5ºC, olas de calor, inundaciones y otros eventos extremos aumentarán de forma «sin precedentes» tanto en su magnitud, frecuencia, ubicación o momento del año en que ocurren, advierte el IPCC.
«Este informe debería causar escalofríos a quien lo leyera (…) Muestra dónde estamos y adónde vamos con el cambio climático: hacia un hoyo que seguimos cavando», comenta el climatólogo Dave Reay. «Estabilizar el clima precisará de una reducción fuerte, rápida y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar la neutralidad de carbono», insiste Panmao Zhai, copresidenta del grupo de expertos que elaboró la primera parte de esta evaluación del IPCC.
La segunda parte, prevista para febrero de 2022, mostrará el impacto de estos cambios y cómo la vida en la Tierra se verá irremediablemente transformada en 30 años, incluso menos.
La tercera parte abordará las soluciones posibles y se espera para marzo, pero el camino a seguir es -subraya el documento- impulsar la transición hacia una economía descarbonizada. «Este informe debe poner fin al carbón y las energías fósiles antes que destruyan nuestro planeta», reclamó Guterres. «No hay tiempo para esperar, ni lugar para excusas», insistió.
La Unión Europea (UE), por su parte, exhortó a actuar ya mismo. La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, aseguró que «no es demasiado tarde para frenar la tendencia». Por ahora, sólo la mitad de gobiernos revisaron sus objetivos iniciales de reducción de emisiones.
El primer ministro británico, Boris Johnson dijo que espera que «el informe del IPCC sea una señal de atención para que el mundo actúe ahora, antes de que nos reunamos en Glasgow».
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, en tanto, señaló que este momento «requiere que los líderes mundiales, el sector privado y los individuos actúen juntos con urgencia y hagan todo lo necesario para proteger nuestro planeta». El enviado especial estadounidense para el clima, John Kerry, coincidió: «No podemos esperar. Todos los países deben tomar medidas valientes».
Entre estas sombrías proyecciones, el IPCC aporta un resquicio de esperanza. En el mejor escenario, el calentamiento podría volver al umbral de +1,5 ºC si se reducen drásticamente las emisiones y se absorbe más Dióxido de Carbono (CO2) del que se emite. Pero las técnicas que permiten recuperar a gran escala el CO2 en la atmósfera todavía se están investigando, apunta el IPCC.
El informe detalla algunas consecuencias que ya son «irreversibles»: el deshielo de los polos hará que el nivel de los océanos siga aumentando durante «siglos, o milenios». El mar, que ya creció 20 centímetros desde 1900, podría avanzar medio metro más para 2100, aunque se mantenga el calentamiento a +2ºC.
Por primera vez, el IPCC no descarta la llegada de «puntos de inflexión», eventos irreversibles poco probables pero de dramático impacto, como el deshielo del casquete glaciar de la Antártica o la muerte de la selva del Amazonas. «No estamos condenados al fracaso», matiza Friederike Otto, una de las autoras del documento. «No dejaremos que este informe se quede en un estante; lo llevaremos con nosotros a los tribunales», advierte Kaisa Kosonen, de Greenpeace.
Desde que en 1990 se publicó el primero de estos documentos de síntesis, se fueron sumando evidencias y estudios sobre el calentamiento. Los informes del IPCC suelen utilizar un lenguaje conservador en busca de su aprobación por consenso entre los representantes de los 195 países que participan en las negociaciones climáticas ante la ONU. Los resultados de este sexto informe fueron presentados a los países a fines de julio pasado y durante las dos últimas semanas se estuvo negociando el texto final de 42 páginas presentado hoy, en el que se zanja el debate sobre la influencia del ser humano en el cambio climático.