Una camioneta de Policía Ambiental ingresa al Parque de la Biodiversidad, en el interior de un canil se encuentra un gato montés adulto con una gran herida en una de sus manos, que está prácticamente destrozada. Luego de aplicar los protocolos de recepción de animales, se realizaron los estudios que confirmaron el diagnóstico inicial: fractura en una mano producida por una trampa.
El episodio ocurrió en febrero pasado y es casi una constante en el predio del Centro de Rescate de Fauna Silvestre que funciona en el ex zoológico de la ciudad.
Siguiendo con el caso, tras una serie de estudios y análisis, se definió la realización de una cirugía de reconstrucción de la mano dañada. La intervención estuvo a cargo de una especialista en traumatología veterinaria quien, convocada por el ente BioCórdoba, llevó a cabo la cirugía y colocación de implantes.
La operación fue un éxito y permitió salvar la mano del gato montés, asegurando su calidad de vida a futuro y está cursando actualmente la etapa de cicatrización.
Algo similar se realizó con un lagarto overo que ingresó al Centro de Rescate con fractura de mandíbula inferior. En este caso se practicó una cirugía conocida como “cerclaje”, para poder recuperar al animal.
Estas historias clínicas pertenecen a dos de los 275 animales que ingresaron al Centro de Rescate de Fauna Silvestre desde noviembre de 2020 a la fecha, manifiestan desde el ente BioCórdoba.
En el mismo período, 44 aves fueron liberadas y otros 63 animales recibieron alojamiento en otros centros de rehabilitación para continuar allí el proceso de recuperación, según indican oficialmente.
Los animales llegan al Centro de Rescate luego de operativos desarrollados por la Patrulla y la Policía Ambiental de la provincia.
Entre ellos se encuentran aves, como pájaros corbatitas, jilgueros, mistos, cardenales, cabecita negra y reina mora, además de rapaces y carroñeras como chimangos y halconcitos colorados; numerosos reptiles como la tortuga de tierra común y lagartos overos y mamíferos como zorros grises, pumas, armadillos, erizos africanos y comadrejas.
Muchos ingresan con heridas y marcas que evidencian la crueldad humana, a punto tal que en varios casos los especialistas del Centro de Rescaten deben realizarles cirugías reconstructivas.
En todos los casos, el proceso de recuperación comienza con un período de cuarentena obligatoria y necesaria para descartar enfermedades infectocontagiosas y se realizan estudios para establecer un diagnóstico y un pronóstico esperado para cada animal.
Luego se inicia el restablecimiento clínico y/o quirúrgico con cuidados generales y alimentación acorde con su dieta silvestre.
Completado el proceso de recuperación, las autoridades de control y fiscalización de la provincia son las que determinan si están en condiciones de volver a su hábitat o de continuar el proceso de rehabilitación en otra institución.
El titular del ente BioCórdoba, Enzo Cravero, destacó que durante la gestión del intendente Martín Llaryora el Centro de Rescate de Fauna Silvestre fue oficializado como tal por la Secretaría de Ambiente de la Provincia.
En ese sentido, subrayó que el trabajo realizado por el personal es “fundamental para mitigar los efectos que provocan el mascotismo clandestino y el tráfico ilegal de animales”.
El Centro de Rescate, puesto en obra
Cabe recordar que la gestión del intendente Martín LLaryora definió en 2020 la toma de posesión del ex zoológico y trabaja actualmente en la transformación del Parque de la Biodiversidad.
Como parte de ese proceso, el ente BioCórdoba trabaja para dotar al Centro de Rescate de Fauna Silvestre de instalaciones para realizar maniobras en condiciones sanitarias y epidemiológicas correctas.
Además, desde este mismo organismo señalan que se encuentran desarrollando un área de cuarentena con requisitos específicos para llevar a cabo el proceso de custodia en forma aislada de los animales recién ingresados, descubrir potenciales enfermedades y explorar la presencia de infecciones crónicas y/o realizar tratamientos adecuados.