Bacar se convirtió en la primera empresa de seguridad privada de Córdoba habilitada para ofrecer servicios de vigilancia con guardias armados con pistolas de menor letalidad, similares a las que utilizan la Policía de Córdoba y las guardias urbanas de nuestra ciudad y de Villa María. Obtuvo la certificación para 20 guardias, que se destinarán a “cinco objetivos” como barrios privados y empresas.
La firma de seguridad propiedad de la familia Barrera ya contaba con personal habilitado para portar armas de fuego: los transportistas de caudales que custodian blindados. Pero eso es otra unidad de negocios. En seguridad privada equiparán a sus vigiladores con armas menos letales.
Liliana Zárate Belleti, ex jefa de Policía de Córdoba y actualmente a cargo de la unidad de seguridad privada de Bacar, detalló que los 20 vigiladores ya completaron la capacitación, que incluyó una evaluación psicotécnica, la aprobación de una capacitación en el instituto de formación designado por el Ministerio de Seguridad y, finalmente, los exámenes prácticos en el Centro de Entrenamiento de la Policía.
Con todo esto, ya presentaron el trámite completo ante la Dirección de Control de Seguridad Privada, que ahora deberá terminar de habilitar a Bacar para que pueda implementar el servicio.
“Es importante señalar que cada guardia, cada objetivo, y la empresa deben estar habilitados para ofrecer el servicio, que en esta etapa inicial vamos a ofrecer en cinco objetivos”, precisó Zárate Belleti en declaraciones al diario La Voz del Interior.
“Se trata de objetivos donde el personal pueda usar el arma de forma profesional y segura y se puedan reducir riesgos, para sí y para otro, ante un ataque. En todos los casos este servicio se coordina con el cliente. Entendemos que hay lugares altamente vulnerables, como las custodias de predios abiertos, con el guardia a la intemperie, a veces hasta con poca iluminación, en la que el guardia está bajo mucho riesgo”, ejemplificó la ex jefa.
A diferencia de las armas oficiales provistas por la Policía, Bacar tiene estas armas en una sala, con armeros habilitados, que las asignan a cada vigilador antes de ir a cada objetivo. El guardia no porta el arma, ni la lleva a su domicilio.
Bacar sólo compró municiones que disparan proyectiles sólidos kinetic, no las pistolas con gas, que también tiene la Policía.
Con alguna lentitud, este avance de Bacar apunta a una de las patas del sistema de seguridad global que tenía en mente el ministro Juan Pablo Quinteros para reforzar a la Policía: la incorporación de la seguridad privada, equipada también con armas de menor letalidad.
“Desde el Gobierno de Córdoba promovemos la incorporación de los prestadores privados, pero bajo una nueva normativa que es clara, que implica que cada empresa esté debidamente registrada, que empleados y vigiladores también estén en regla, y con un organismo que controla y eventualmente sanciona, que es la dirección de Seguridad Privada. Instruí al director del área con el objetivo de que el año próximo esté habilitado un total de 10.000 vigiladores”, había dicho, el año pasado, el ministro de Seguridad provincial, Juan Pablo Quinteros.
Las empresas de seguridad privada fueron habilitadas a equipar a sus vigiladores con armas de menor letalidad por la nueva Ley de Seguridad provincial, aprobada al iniciar el año legislativo en Córdoba. La ley exige que se respeten los protocolos de uso de armas menos letales para el personal de las empresas prestadoras de servicios de seguridad privada, establecidos por el Ministerio de Seguridad, y que las empresas prestadoras de servicios de seguridad privada que soliciten autorización para el uso de armas menos letales deben estar legalmente constituidas. La ley obliga también a que la capacitación y la certificación para el uso de armas menos letales se deban renovar anualmente.
Por indicación de la ley, el personal de las empresas prestadoras de servicios de seguridad privada autorizadas para el uso de armas menos letales debe estar identificado.
“En su espíritu, la nueva Ley de Seguridad resguarda la decisión política de integrar la seguridad privada al sistema de seguridad pública de Córdoba. Hay experiencia internacional que demuestra que integrando al sector privado se pueden optimizar recursos. Existen muchas actividades o demandas puntuales de la ciudadanía que pueden ser absorbidas por la seguridad privada, lo que permite que nuestra fuerza policial esté haciendo lo que debe hacer, que es cuidar de cada cordobés, en el marco de una estrategia de prevención y combate al delito, urbana y rural, que se define desde la Jefatura de Policía”, amplió Quinteros, también hace un tiempo ya.
No sólo en uso de armas, Bacar también capacitó a sus vigiladores con Cruz Roja en primeros auxilios básicos como RCP, parto y desobstrucción de vías aéreas. “Esto suma a una profesionalización del servicio”, valoró Zárate Belleti.
Los vigiladores fueron capacitados no sólo en tiro, sino en algo así como “tener criterio”. “En todas las situaciones, preferimos que siga prevaleciendo la verbalización, tratar de llevar todo conflicto a que no se generen situaciones lesivas. Pero, en casos en los que una persona exaltada se convierte en una amenaza, cuando en una situación de violencia alguien aparece con una botella o un palo, o toca lidiar con un animal peligroso, la mano vacía puede ser poco y otro elemento es demasiado, y es para esto para lo que se piensa usar este recurso, que tiene un nivel de mortandad cero y causa un efecto suficiente con el impacto para neutralizar el riesgo”, explicó uno de los capacitadores de los guardias de Bacar.
Cómo consultar
El Registro de Prestadores de Seguridad Privada puede consultarse vía web aquí:
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