La sequía que atraviesa la ciudad de Villa Carlos Paz y sus alrededores puso al descubierto el viejo paredón del dique San Roque y la totalidad del embudo. El embalse sigue en bajante y se ubica en 30,24 metros, por lo que el primer dique realizado por Juan Bialet Massé y Carlos Cassaffousth en el lugar, se hizo visible por el retroceso del nivel del agua.
El primer dique (1880-1890) fue construido principalmente con materiales disponibles en la región. Se utilizaron piedra, arena y cal hidráulica, lo que representó una acción revolucionaria para la época, donde las grandes construcciones se hacían con cemento comprado a Inglaterra.
Cassaffousth y Esteban Dumesnil fueron los responsables del proyecto. Este último venía desarrollando la obra del dique Mal Paso y, al finalizarla, se embarcó hacia Francia, quedando Cassaffousth al mando de todo el proyecto y asociándose con Bialet Massé.
La estructura fue pensada para controlar inundaciones, suministrar agua a la ciudad de Córdoba, como un aporte hídrico para el riego de 33.000 hectáreas para la generación de energía hidroeléctrica, según reveló en un informe el Diario de Carlos Paz. A su finalización, la represa era la obra de ingeniería más importante de Sudamérica y la responsable de generar el embalse de agua más grande del mundo, hecho que no pasó desapercibido y tuvo repercusiones a nivel mundial. La emblemática obra fue elogiada incluso por Alexandre Gustave Eiffel, el constructor de la mítica torre de París.
Pese a que decían que iba a desmoronarse, que provocaría la inundación de Córdoba y La Calera, que tenía fisuras y era peligroso, ni siquiera dinamitándolo varias veces con grandes cargas, lograron demolerlo. Habiendo pasado ya 129 años desde su construcción, el viejo paredón, maltrecho por los años sin mantenimiento y sumergido, volvió a asomarse producto de la sequía que acecha a la provincia y recordó que alguna vez fue la obra de ingeniería más importante de Sudamérica.