Tras la remoción de pintura y otros elementos adheridos como cartelería en paredes, columnas, vigas, pórticos y lozas, la edificación del Palacio 6 de Julio vuelve a mostrar su estética original de hormigón armado, tal como fue pensada y diseñada en 1953.
En el interior se reemplazó el solado que se encontraba deteriorado en la planta baja y el primer piso. En su lugar se colocaron piezas del mismo color y formato. Se restauraron pisos y revestimientos de mármol blanco, maderas y cielorrasos.
Por fuera se incorporaron luminarias RGB tipo bañadores y proyectores que le darán mayor visibilidad a la estructura brutalista.
Los cubículos y oficinas instalados con el pasar del tiempo de manera aleatoria fueron retirados, permitiendo la vista por los grandes ventanales de la fachada norte.
Ahora, en este espacio revitalizado los vecinos de la ciudad de Córdoba serán atendidos a través de un sistema centralizado ubicado en la planta baja y el entrepiso. La mesa de entrada contiene 18 boxes de diferentes reparticiones que toman función en el Palacio 6 de Julio.
Aquellos que hayan solicitado turno previo podrán ingresar sin anunciarse, escaneando el DNI en los molinetes de acceso. Luego serán atendidos al figurar su nombre en las pantallas.
El espacio cuenta con una mesa de orientación y un punto VecinON para brindar turnos, asistir en la consulta de guía de trámites o recursos tributarios, imprimir el cedulón municipal y enseñar otras modalidades de autogestión.
Esta nueva metodología mejora el servicio al vecino con un proceso ordenado y personalizado, evitando la engorrosa búsqueda del piso y la repartición que ejecuta el trámite.
La planta baja de la casa matriz municipal cuenta con una galería de arte con piezas de la colección del Museo Genaro Pérez de libre acceso. El espacio de atención al público cuenta con una obra ganadora del premio de fotografía del mismo museo que toma como temática la diversidad, las disidencias y nuevas femineidades.
Sobre el Palacio
Su construcción comenzó en el año 1953 por medio de la empresa SEPRA, durante la intendencia de Manuel Martín Federico. En aquel entonces comenzaba la tendencia de edificaciones brutalistas, rompiendo con el esquema tradicionalista de la ciudad de Córdoba. Fue inaugurado el 6 de julio de 1961.
A fines de 2019 fue declarado Monumento Histórico Nacional por su valor patrimonial.
Todas las obras y reformas fueron avaladas por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos de la Nación.