Darío Hernández, abogado, y Nicolás, contador, se casarán el 13 de diciembre en San Rafael, Mendoza, con sus cinco perros rescatados como testigos de honor. La pareja presentó un pedido formal ante el Registro Civil, que otorgó una autorización inédita en la provincia, destacando la integración de los animales al núcleo familiar y su reconocimiento como seres sintientes.
Acta especial para huellas de perros
Los canes firmarán con tinta hipoalergénica en una hoja auxiliar del acta de matrimonio, sin reemplazar los testigos humanos exigidos por el Código Civil y Comercial. Según Agustín Piscopo, director del Registro Civil de Mendoza, esta medida se adoptó “de forma excepcional”, respetando la normativa vigente y el bienestar de los animales.
Cinco testigos rescatados
Los perros seleccionados son Máxima (tipo terrier), Kibou (shiba inu), Coco (negro con genes de caniche), Atilio (negro con blanco) y Rafael (galgo). Todos fueron rescatados de refugios o situaciones de abandono, y están acostumbrados a interactuar con personas, lo que facilita su participación en la ceremonia sin estrés.
Darío y Nicolás llevan 13 años juntos y son rescatistas comprometidos con el bienestar animal. Inspirados por experiencias internacionales en Nueva York y algunos estados de EE.UU., solicitaron incluir a sus mascotas como parte de su “familia extendida” durante el matrimonio. La resolución 2341 del Registro Civil detalla que, aunque los animales no pueden actuar como testigos legales, pueden ser testigos simbólicos del amor y compromiso de los contrayentes.
Preparativos y seguridad
La tinta elegida es fácil de limpiar y no daña las almohadillas de los perros. La pareja informó que los animales solo participarán en la ceremonia civil y luego serán retirados para garantizar su tranquilidad. La medida busca reflejar un enfoque moderno y humanista, que reconoce la importancia de los animales en la vida familiar sin alterar la validez legal del matrimonio.
Este matrimonio marca un precedente en Argentina y refuerza la tendencia a considerar a las mascotas como miembros de la familia, integrándolas de manera simbólica en eventos civiles.