Según un estudio científico publicado en la revista Animal Behaviour, se plantea que los perros podrían tener la capacidad innata de sentir el dolor de los demás, lo que se cree que es resultado de siglos de coevolución con los humanos.
Este estudio comparó las respuestas emocionales de perros y cerdos domésticos al sonido del llanto y del zumbido de las personas, con el objetivo de determinar si los animales reaccionan a sonidos humanos extraños o si son capaces de un contagio emocional real, interpretando y reflejando los estados de ánimo de las personas.
El trabajo de investigación, llevado a cabo por un equipo de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest, Hungría, reclutó a dueños de perros y cerdos de todo el mundo para realizar un experimento. Durante el mismo, se filmó a los dueños en una habitación con sus mascotas mientras se reproducían sonidos de llantos y zumbidos grabados.
Los resultados mostraron que los perros reaccionaban más al llanto, mostrando una mayor respuesta de estrés, mientras que los cerdos aumentaban su orientación hacia el dueño en la condición de zumbido.
En Argentina, la presencia de perros y gatos en los hogares es algo muy habitual, siendo considerados por sus dueños como parte de la familia. Según un relevamiento nacional, el 79% de los hogares argentinos tiene mascotas, siendo los perros (83%) y los gatos (60%) las mascotas más comunes. La encuesta realizada por Kantar IBOPE Media también reveló que el 77% de los argentinos considera que sus mascotas son parte de la familia.
Los científicos destacaron que, si bien la mayoría de los animales pueden reproducir los sentimientos de otros miembros de su especie con precisión, los perros tienen la capacidad de reflejar las emociones humanas que los rodean.
Los resultados de la investigación sugieren que la capacidad de los perros para sentir el dolor humano podría ser innata, fruto de su larga historia de coevolución con los humanos. Por otro lado, los cerdos domésticos mostraron una respuesta emocional diferente, posiblemente debido a su historia de domesticación como ganado.
Los investigadores enfatizaron la necesidad de seguir profundizando en el estudio de las capacidades emocionales de los animales y cómo estas se han desarrollado a lo largo de su historia de domesticación. Aunque el estudio sugiere que los perros podrían tener una mayor capacidad de contagio emocional con los humanos en comparación con los cerdos, se destaca que aún se necesita más investigación para comprender completamente este fenómeno.