LONDRES.- El gobierno de la primera ministra Theresa May enfrenta otra semana crucial para el futuro del Brexit, con la amenaza de una salida abrupta de la Unión Europea (UE) más cerca que nunca. El miércoles, el Consejo Europeo (CE) se reunirá para analizar su pedido de prorrogar la salida bloque hasta el 30 de junio, pero la UE se encuentra muy dividida: si uno sólo de sus 27 miembros se opone, el pedido será rechazado y dos días más tarde, el Reino Unido deberá irse de la alianza sin acuerdo alguno.
El horizonte del “Hard Brexit” no es deseado por nadie, ya que tendría un fuerte impacto tanto sobre la economía británica como también la europea y, vía los mercados financieros, la cada vez más frágil economía mundial. Pero hoy parece más cercano que nunca debido a las fuertes divisiones que surcan a los 27 socios europeos (ver Crecen…) y la zigzagueante política de May, que el viernes solicitó oficialmente a la UE una nueva prórroga de la fecha de salida hasta el 30 de junio, un requerimiento sensible porque obligaría al Reino Unido a participar en las elecciones europeas de mayo.
Para argumentar su pedido de extensión del Artículo 50 del Tratado de Lisboa (que regula la retirada de un país comunitario), May defendió el proceso de negociación abierto con la oposición laborista para lograr un Acuerdo de Salida común, que pueda ser aprobado por la Cámara de los Comunes. “Si no logramos esta posición unificada, el Gobierno intentará establecer un consenso parlamentario en torno a un número reducido de opciones sobre la relación futura (con la UE…)”, aclaró May en la carta dirigida al presidente del Consejo Europeo (CE), Donald Tusk.
El miércoles, May tendrá que presentar además ante el cuerpo un plan de acción que justifique esta nueva solicitud de prórroga: si el CE no aprueba por unanimidad su pedido, el continente entero se encaminará al caos de una salida sin acuerdo alguno el viernes 12 de abril, a las 23 horas. El problema es que esta nueva extensión del plazo obligaría a los británicos a participar de la elección de los 751 eurodiputados que tiene la UE en los comicios del 23 de mayo. En ese escenario, se daría el absurdo de que el Reino Unido elegiría 78 eurodiputados que deberían dejar sus bancas apenas cinco semanas después, un descalabro que la UE tampoco desea ni quiere recibir de arriba.
Crecen las divisiones en la Unión Europea
BRUSELAS.- Los países de la Unión Europea (UE) recibieron con notable escepticismo el nuevo pedido de extensión del plazo de salida presentado por Theresa May, al punto que sus gobiernos salieron a mostrarse divididos ante la opción. Las diferencias se profundizan porque están encabezadas por los dos países más fuertes del bloque: del lado de los más flexibles está Alemania, mientras que Francia encabeza a quienes rechazan cualquier prórroga. Sin embargo, ambos grupos, que intentarán buscar una postura común en una reunión de cancilleres que arrancará hoy, están de acuerdo en que sea cual sea la prórroga concedida, tendrá que ir acompañada de una serie de condiciones para impedir que el Reino Unido se dedique a poner palos en las ruedas del bloque.