Luego de que la automotriz estadounidense Ford anunciara el cierre de sus fábricas en Brasil, el presidente Jair Bolsonaro afirmó ayer que la compañía no dijo la verdad” sobre la decisión de dejar de producir en su país y acusó a la empresa de querer recibir incentivos fiscales para quedarse.
A Ford le faltó decir la verdad. Ellos querían seguir recibiendo subsidios de 20.000 millones de reales, unos 4.000 millones de dólares, como hicieron los últimos años con el dinero de impuestos de ustedes, para seguir fabricando autos”, exclamó ante sus seguidores.
La compañía informó que, como parte de un proceso de reestructuración global, abastecerá al con vehículos importados de Argentina y Uruguay.
La automotriz precisó que en Brasil, donde quedarán cesantes 4.800 personas, la producción cesará inmediatamente en las plantas de Camaçari y Taubaté, continuando con la producción de algunas piezas por pocos meses para dar soporte a inventarios para atender el mercado de reposición”. Entre los efectos de la medida, se aseguró que en la Argentina y en el resto de la región se comercializarán hasta agotar los stocks los modelos Ka y Ecosport.