Pese a los crecientes problemas en la campaña de vacunación del viejo continente, acosado por la emergencia de la tercera ola del coronavirus, la Comisión Europea (CE) salió a despreciar nuevamente en las últimas horas la vacuna rusa Sputnik V, pese a que varios países del bloque reclaman su aprobación y mantienen negociaciones para empezar a producirlas en su suelo.
El comisario europeo de Mercado Interior, el francés Thierry Breton, aseguró el domingo en el canal privado francés más importante que Europa cumplirá sus planes de vacunación y que para ello no necesitará de la vacuna rusa. De ninguna manera la vamos a necesitar (a la vacuna Sputnik V) y además los rusos están teniendo problemas para producirla”, aseveró Breton, que ofreció a Moscú la posibilidad de poner a su disposición una o dos fábricas” para ayudarlos a producir su vacuna.
La respuesta rusa no tardó en llegar. Ayer, el presidente Vladimir Putin, aseveró que cuando escuchamos este tipo de declaraciones, nos surge la pregunta: ¿Qué intereses defienden estas personas?; ¿Los de las empresas farmacéuticas o los de los ciudadanos europeos? Nosotros no forzamos a nadie a vacunarse”, afirmó. El mandatario ruso consideró extrañas” las declaraciones de Breton y volvió a denunciar que existe una campaña internacional” contra la vacuna rusa. Como broche final, Putin anunció que hoy se pondrá la vacuna Sputnik V.
Para colmo, la máxima autoridad estadounidense en enfermedades infecciosas, Anthony Fauci, elogió la inoculación rusa al afirmar que es muy efectiva”. Pero además, las declaraciones de Breton chocan con las pretensiones de algunas de las principales naciones del viejo continente, como Alemania, que ante los retratos de la vacuna de AstraZeneca reclaman la incorporación de la Sputnik V.
El primer ministro eslovaco, Igor Matovic, pidió por ejemplo a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) que acelere la autorización porque hay vidas en juego”. Horas después, la propia EMA anunció una misión a Rusia para el 10 de abril con el objetivo de revisar los ensayos clínicos de la vacuna con vistas a su aprobación definitiva en Europa.
La cepa británica también afecta a los gatos y perros
Un equipo de investigadores de Reino Unido, Francia e Italia publicó los primeros resultados de un estudio sobre casos de la variante británica de coronavirus en gatos y perros, y la incidencia en estos animales de miocarditis (inflamación del músculo cardíaco). Según el estudio, en algunos de los casos estudiados, la nueva variante provocó manifestaciones clínicas atípicas, incluidas anomalías cardíacas graves y un deterioro profundo del estado de salud general pero sin signos respiratorios primarios”.
Sin embargo, el estudio puntualizó que ninguno de los animales mostró ningún signo evidente de enfermedad en el momento de sus pruebas positivas” de Covid-19. Sin embargo, los investigadores destacaron que, con los datos disponibles, no se tiene ninguna evidencia de que los animales domésticos sean transmisores del Covid-19.