El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, prepara el terreno para indultar a 12 dirigentes catalanes encarcelados o inhabilitados tras el intento de secesión de 2017, con un gobierno minoritario y en medio de un avance de la derecha, que rechaza la idea.
La oposición acusa a Sánchez de poner en riesgo la integridad del Estado español solo porque su Gobierno depende del apoyo de un partido independentista catalán, pero el mandatario socialista replica que busca resolver el conflicto con Cataluña.
Hay un tiempo para el castigo y hay un tiempo para la concordia”, dijo ayer Sánchez en el Congreso, palabras que encendieron a la oposición. Cumplir la ley no es venganza y defender la unidad nacional no es revancha”, le espetó Pablo Casado, líder del conservador Partido Popular (PP).