Tras una audiencia de siete horas en la que estuvo presente, Becciu afirmó en un comunicado que espera con serenidad” la continuación del juicio para demostrar su inocencia frente a cada acusación”, cuando el proceso se retome desde el 5 de octubre, como dispuso el Tribunal vaticano.
Siempre he sido obediente al papa, él me ha confiado muchas misiones en mi vida, quería que viniera a juicio y yo vengo al juicio. Estoy tranquilo, tengo la conciencia tranquila, tengo la confianza de que los jueces podrán ver bien los hechos y mi gran esperanza es la certeza de que reconozcan mi inocencia”, aseveró Becciu en su comunicado.
El cardenal, considerado número 3” del Vaticano hasta que fuera expulsado por Francisco, enfrenta diversos cargos de delitos financieros junto a otros nueve acusados como malversación, blanqueo de capitales, fraude, extorsión y abuso de funciones”, tras más de dos años de investigación a funcionarios laicos y religiosos por supuesta malversación de fondos en la compra y venta de propiedades. El proceso es el primero de la historia en el que un purpurado será juzgado por un delito penal ante un Tribunal de jueces laicos en la santa sede.