Millones de israelíes detuvieron ayer sus actividades para hacer un minuto de silencio en honor de las más de 1.400 personas asesinadas por el grupo islamista palestino Hamás, al cumplirse un mes de sus ataques en Israel, mientras que nuevos bombardeos israelíes dejaron más de 100 muertos en la Franja de Gaza, donde ya perdieron la vida más de 10.300 palestinos.
Entre lágrimas, parados en las calles, en sus trabajos o desde sus casas, los israelíes guardaron un minuto de silencio a las 11, antes de cantar el himno nacional, soltar globos y encender velas para recordar a los civiles y soldados muertos en los ataques de Hamás del 7 de octubre y pedir por la liberación de unas 240 personas que fueron tomadas de rehenes y llevadas a Gaza.
Las banderas fueron izadas a media asta en los edificios públicos de todo el país, en medio de ceremonias en escuelas y universidades y congregaciones en plazas de Jerusalén, Tel Aviv y otras ciudades.
En tanto, Hamás dijo que unos 900.000 civiles siguen atrapados en el norte de la Franja de Gaza en medio de los bombardeos israelíes y anunció que otro grupo de 700 palestinos con pasaporte extranjero podrán salir hoy del enclave por el sur, por el paso fronterizo a Egipto.
En Israel, el Ejército, que lleva adelante una ofensiva terrestre en Gaza que dividió en dos el territorio, dijo que ayer permitió durante cuatro horas desplazamientos de civiles palestinos desde el norte al sur.
Por su parte, Estados Unidos expuso ayer su rechazo a que Israel ocupe nuevamente la Franja, después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu asegurara que asumirá “la responsabilidad global de la seguridad” en el enclave, en medio de la guerra contra el grupo islamista palestino Hamás.