Según el borrador de la declaración final, que trascendió ayer, los gobiernos participantes prevén expresar “alarma y preocupación” por el calentamiento global y llamar a poner fin al uso del carbón para reducir las emisiones de gases, aunque sin compromisos significativos.
El texto, aún preliminar, también reitera la urgencia de reducir a la mitad las emisiones de gases del efecto invernadero para 2030, pese a que los compromisos asumidos hasta ahora no alcanzan esa meta. El texto urge a los países a “acelerar la reducción progresiva del uso del carbón y de los subsidios a los combustibles fósiles”, aunque no habla de manera explícita de poner fin al uso de petróleo o gas.
Sin embargo, países como Canadá, Chile, Dinamarca, India, Nueva Zelanda, Polonia, Suecia, Turquía y el Reino Unido acordaron ayer completar el cambio total a automóviles libres de emisiones para antes de 2035.
El Gobierno británico indicó además que 24 países y seis importantes fabricantes de automóviles emitieron una declaración conjunta para dejar de usar el gasoil y nafta.
En paralelo, la cumbre tuvo una sorpresa: el anuncio de un acuerdo entre China y Estados Unidos -principales emisores de gases- para un trabajo conjunto contra el cambio climático que, aunque no fija metas en números, pone al frente de una lucha en común a ambos países, distanciados por numerosas cuestiones geopolíticas. La declaración no incluye por ahora acuerdos concretos en las metas centrales que la ONU se había fijado para la COP26.