Al menos nueve personas murieron después de que un avión de carga se estrellara cerca del Aeropuerto Internacional de Louisville, en Kentucky, informó este miércoles el alcalde de la ciudad, Craig Greenberg.
“Los equipos de rescate localizaron un total de nueve víctimas mortales”, confirmó Greenberg y agregó que la cifra podría aumentar a medida que avance la investigación. “Seguiremos proporcionando información a medida que esté disponible”, escribió en X.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, había reportado inicialmente que siete personas habían fallecido y 11 resultaron heridas.
El accidente involucró al vuelo 2976 de UPS, un McDonnell Douglas MD-11, que reportó fuego en el fuselaje segundos después de despegar. La aeronave perdió sustentación y cayó cerca del perímetro sur del aeropuerto, explosionando violentamente.
Testigos captaron una bola de fuego visible a varios kilómetros y una columna de humo que se podía ver desde distintos puntos de la ciudad, según CNN y Reuters. El avión alcanzó apenas 53 metros de altura antes de precipitarse.
Bomberos, policía y equipos de rescate desplegaron un operativo masivo que incluyó confinamiento domiciliario en un radio de ocho kilómetros, extendido luego hasta el río Ohio. La portavoz municipal, Allison Martin, confirmó que varias personas resultaron heridas y explicó que la magnitud del incendio se vio agravada por la gran cantidad de combustible que transportaba la aeronave.
“Las llamas superaban la altura de los edificios cercanos y el calor dificultaba el ingreso de los equipos de emergencia”, señaló un vocero del Departamento de Bomberos de Louisville.
El gobernador Beshear destacó la activación inmediata de los equipos especializados y expresó su solidaridad con las familias de las víctimas. Los vuelos de pasajeros hacia y desde Louisville ya se están reanudando, según informó el aeropuerto.
La Administración Federal de Aviación (FAA) y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) iniciaron la investigación para determinar las causas del accidente. Las primeras pericias apuntan a una posible falla estructural o eléctrica en el fuselaje.









