«El hecho que sepamos ahora que algunas tropas están siendo retiradas es una buena señal. Esperamos que otras sigan», declaró el dirigente alemán en Moscú, convencido de que los esfuerzos diplomáticos para evitar el conflicto están «lejos de agotarse». Scholz también aseguró que para los países europeos «está claro que la seguridad duradera no se puede alcanzar contra Rusia, sólo con Rusia».
Por su parte, Putin dijo que Rusia no quiere una guerra y se mostró dispuesto a «seguir el camino de la negociación». «Estamos dispuestos a seguir trabajando en común. Estamos dispuestos a seguir el camino de la negociación», manifestó. El mandatario ruso criticó sin embargo el rechazo de los países occidentales a sus principales exigencias, a las que no recibió «lamentablemente una respuesta constructiva».
Estas reivindicaciones son el fin de la política expansionista de la Otan, el compromiso de no desplegar armas ofensivas cerca de las fronteras rusas y la retirada de infraestructuras de la alianza atlántica en las fronteras de 1997, antes de que la organización no recibiera a exmiembros del bloque soviético.
Putin también señaló que no renunciaba a estas demandas y que formarían parte de las negociaciones entre rusos y occidentales. «¿Queremos [una guerra] o no? Por supuesto que no. Por eso presentamos nuestras propuestas para un proceso de negociación», reiteró. El presidente ruso también confirmó «una retirada parcial de los militares» en la frontera con Ucrania, aunque rechazó dar mayores precisiones.
Rusia anunció hoy el regreso a sus cuarteles de algunas unidades militares que participaban en maniobras cerca de la frontera con Ucrania, lo que alivió temores a una guerra inminente.
No quedó inmediatamente claro dónde estaban las tropas cuyo repliegue anunció el Ministerio de Defensa ruso, lo que hacía difícil comprender el alcance e importancia de la retirada.
El anuncio, sin embargo, provocó un repunte de los mercados y del valor del rublo, la moneda rusa, aunque fue recibido con escepticismo por Ucrania y la Otan.
Rusia desplegó a miles de soldados en los últimos meses en su frontera con Ucrania, con la que limita por el Oeste, para lo que había descrito como maniobras militares y sin precisar su número.
Estados Unidos dice que los soldados rusos apostados cerca de la frontera son 130.000, divididos en tres frentes, y desde hace semanas afirma que Rusia planea invadir a su vecina exrepública soviética, con cuyo Gobierno está enfrentada.