A tan solo días de una reñida votación que amenaza su control del poder, el presidente venezolano Nicolás Maduro está trabajando más duro que nunca para apuntalar la lealtad de las fuerzas armadas -el árbitro tradicional de las disputas políticas en Venezuela- y mantener a la jerarquía bajo control.
En los últimos días, el presidente apareció en la televisora estatal asistiendo a una ceremonia de graduación de 25.000 agentes de policía, elogiándolos como la primera línea de defensa frente a lo que calificó de intentos de los conservadores de provocar una tragedia. Además, ascendió a docenas de oficiales y concedió un nuevo título a su veterano ministro de Defensa, Vladimir Padrino López: ”General del pueblo soberano”.
“El destino de Venezuela depende de nuestra victoria”, afirmó Maduro en un acto este mes. “Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”, agregó.
La jerarquía militar se ha mantenido firme al lado de Maduro, metiéndose de lleno en el fango político en lugar de limitarse a su papel tradicional de proteger la votación. El general Domingo Hernández Lárez, jefe del Estado Mayor Conjunto, publicó una foto en redes sociales en la que supuestamente aparecía la opositora María Corina Machado hablando frente a una pizarra blanca con notas que pedían la “eliminación” de las fuerzas armadas. Machado, a quien se le prohibió presentarse a los comicios y respalda al candidato suplente Edmundo Gonzalez, calificó la acusación de “noticia falsa”. En ese sentido, los opositores de Maduro llevan tiempo tratando de ganarse a los escépticos dentro del ejército.
Mientras, el gobierno no ha dudado en castigar a soldados que se salen de la línea marcada. Los efectivos de las fuerzas armadas constituyen alrededor de la mitad de los 301 opositores al presidente que están actualmente encarcelados y calificados como prisioneros políticos por la cooperativa de asistencia legal Foro Penal, con sede en Caracas.
En paralelo, Machado y González Urrutia encabezaron ayer un multitudinario acto en la ciudad de Maracaibo, capital del estado de Zulia, en la recta final de las elecciones que se celebrarán este domingo. Ya en su penúltimo acto de campaña, la oposición concentra sus esfuerzos en este bastión, de casi 2,6 millones de electores, que se suman a los otros dos focos, en Cojedes y Nueva Esparta. Zulia es “un estado clave” ya que se trata del “circuito electoral más importante del país” y una victoria “resonante” allí podría “contribuir al triunfo” de la oposición, explicó Urrutia.
En ese marco, tres opositores de la mayor coalición antichavista, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), denunciaron ayer “trabas” en el sistema del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela para la acreditación masiva de los testigos, que vigilarán el voto en los comicios presidenciales del próximo 28 de julio.