“No representa ninguna forma de falta de respeto al monarca. Esto no es un acto de hostilidad, ni ninguna diferencia entre Antigua y Barbuda y la monarquía. Es un paso final para completar el círculo de la independencia para convertirnos en una nación verdaderamente soberana”, aseveró el primer ministro
Browne señaló que la consulta podría realizarse «en los próximos tres años».
Antigua y Barbuda son dos islas -denominadas así por Cristóbal Colón en 1493- que conforman uno de los 13 países situados en las Antillas.
Es miembro de la Mancomunidad de Nacional (Commonwealth), por lo que su jefe de Estado es el rey de Gran Bretaña, Carlos III.
El rey está representado por la gobernadora general, Louise Lake-Tack, quien está en el cargo desde 2007, y el jefe del gobierno es el primer ministro, que surge de las elecciones parlamentarias que se realizan cada cinco años. Browne encabeza el Ejecutivo desde 2014.
Por otra parte, Antigua y Barbuda es desde 2009 miembro pleno de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), un organismo regional de cooperación inspirado por el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Browne participó en un acto protocolario junto a otros dignatarios locales, en el cual firmaron la proclamación que confirma el estado de su nuevo rey, Carlos III de Inglaterra, tras la muerte esta semana de la reina Isabel II.
El primer ministro ha asegurado que trabajará para que se realice un referéndum republicano, tal y como indicó a principios de este año durante una visita de la familia real a las islas.
La reina Isabel visitó Antigua tres veces durante su reinado, la más reciente en 1985. El príncipe Carlos, como era entonces, siguió sus pasos hace cinco años cuando vio los esfuerzos de recuperación después de dos devastadores huracanes.
Se espera que Browne sea reelegido el próximo año y, si lo hace, presentará el referéndum dentro de su próximo mandato.