A menos de una semana de la reunión de presidentes del Mercosur, prevista para el próximo martes en Montevideo, el bloque regional afronta un conflicto interno debido a que Argentina, Brasil y Paraguay se unieron en un reclamo contra el anfitrión Uruguay, que, sin la consulta ni el aval de sus socios, impulsó acuerdos bilaterales con países de Oceanía.
Este miércoles, a través de una carta conjunta que publicaron por Twitter y a la misma hora, los gobiernos de Alberto Fernández de Argentina, Jair Bolsonario de Brasil y Mario Benítez de Paraguay, rechazaron las negociaciones que el canciller uruguayo Francisco Bustillo lleva adelante en Australia y Nueva Zelanda, y así lograr que Uruguay se una al Acuerdo Transpacífico, que integran los países oceánicos.
«Los Coordinadores Nacionales de Argentina, Brasil y Paraguay ante el Grupo Mercado Común del Mercosur tiene a bien comunicar a la Coordinación Nacional de Uruguay que los tres países se reservan el derecho de adoptar las eventuales medidas que juzguen necesarias para defender sus intereses en los ámbitos jurídicos y comercial», sostiene el comunicado conjunto que firmaron las cancillerías de los tres países.
El escrito, que en Argentina fue publicado por la cuenta de la Cancillería, dejó abiertamente expuestas las intenciones del gobierno de Luis Lacalle Pou.
«Ante las acciones del Gobierno uruguayo con miras a la negociación individual de acuerdos comerciales con dimensión arancelaria y, teniendo en cuenta la posible presentación, por la República Oriental del Uruguay, de un pedido de adhesión al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP)», expresó.
Sobre este tema también se expresó en conferencia de prensa el jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur. Según el funcionario, «lo que hoy está diciendo la Argentina» responde a que «las decisiones que se tomen e impactan en cada uno de los países sean decisiones consensuadas y no aisladas por parte de algunos de los países». Asimismo, sostuvo que «los países que integran el Mercosur siempre están trabajando para fortalecer el diálogo, los acercamientos y consensos necesarios».
Además de la conformación del Mercosur como el principal bloque comercial de la región en marzo del año 1991, tratados como el de Asunción (1991) y de Ouro Preto (1994) establecen diversos procedimientos para evitar que los países miembros del bloque de la región sudamericana negocien de forma unilateral con terceros o cumplan con una serie de requisitos a la hora de iniciar una serie de tratativas al respecto.
En el medio de la disputa geopolítica, que acabó alineando a gobiernos con marcadas diferencias ideológicas como el de Argentina y el de Brasil, aunque con una histórica relación comercial que perdura hasta la actualidad, Lacalle Pou le hará el traspaso de la Presidencia Pro Tempore del Mercosur a Alberto Fernández la semana que viene en Montevideo. Ambos mandatarios, además, arrastran diferencias desde que asumieron sus respectivos gobiernos.
Mientras que sus detractores apuestan -con matices- a un fortalecimiento regional, el presidente uruguayo dejó en claro en diversas oportunidades su búsqueda de tratados de libre comercio.
Además de Australia y Nueva Zelanda, el Acuerdo Transpacífico está integrado por Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Perú, Singapur y Vietnam, lo que implica el 13 por ciento del PIB mundial y un mercado de más de 500 millones de habitantes.