Mientras se libran “encarnizados combates” en la ciudad ucraniana de Bajmut, Rusia y Ucrania abrieron la posibilidad de mantener diálogos bilaterales con el presidente chino, Xi Jinping, luego de que fuentes cercanas a este informaran que, por primera vez desde el comienzo de la guerra, planea hablar con su par ucraniano, Volodimir Zelenski.
Al mismo tiempo, crecen las expectativas de sendas visitas del papa Francisco a las capitales de las dos ex repúblicas soviéticas en guerra, Moscú y Kiev.
Según fuentes cercanas al mandatario chino, las conversaciones entre Jinping y el presidente ucraniano se realizarán en forma online, después de su encuentro con el mandatario ruso, Vladimir Putin, la próxima semana.
Si las conversaciones directas se concretan, marcarían un paso significativo en las intenciones de Pekín de actuar como pacificador en Ucrania. Otro potencial diálogo en la agenda de ambos países en guerra es con el papa Francisco.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo ayer que “se debe esperar una declaración del Vaticano” sobre la posibilidad de que el pontífice viaje a Rusia. El sábado, el Papa había mencionado que estaba listo para “ir a Kiev”, pero con la condición de “ir a Moscú también”.
Acordarán prórroga
Rusia está dispuesta a renovar el acuerdo de exportación de cereales ucranianos y fertilizantes rusos, pero sólo por 60 días, dijo ayer el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Vershinin.
“La parte rusa no se opone a una nueva prórroga después de la expiración de su el 18 de marzo, pero sólo por 60 días” y no por cuatro meses como la vez anterior, expresó el funcionario.
“Nuestra postura futura dependerá de los avances tangibles en la normalización de nuestras exportaciones agrícolas, no en palabras sino en hechos”, agregó.