El gobierno italiano ha implementado una reforma en los requisitos para la obtención de la ciudadanía por descendencia, generando preocupación entre los argentinos interesados. La medida, aprobada por el Ejecutivo liderado por Giorgia Meloni, introduce modificaciones significativas en el acceso a la nacionalidad italiana.
La normativa previa, basada en el principio de ius sanguinis, permitía que descendientes de italianos de múltiples generaciones gestionaran su ciudadanía. Sin embargo, la nueva legislación limita el acceso automático a la ciudadanía italiana a quienes tengan padres o abuelos nacidos en Italia. En consecuencia, solo los descendientes de primera o segunda generación podrán iniciar el trámite de forma directa.
El ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, aclaró que «el principio de ius sanguinis no se perderá y muchos descendientes de emigrantes podrán seguir obteniendo la ciudadanía italiana, pero se establecerán límites precisos, especialmente para evitar el abuso o la comercialización de los pasaportes italianos. La ciudadanía debe ser un asunto serio».
Nuevo proceso de solicitud y período de transición
Una modificación clave es que los trámites para obtener la ciudadanía italiana ya no se realizarán en los consulados en el exterior. En cambio, los solicitantes deberán dirigirse directamente a la Farnesina, la Cancillería italiana.
Se ha previsto un período de transición de un año para la implementación de estos cambios. El objetivo es agilizar los procesos y permitir que los consulados se concentren en la asistencia a ciudadanos italianos. No obstante, esta medida representa un cambio significativo para miles de descendientes que esperaban iniciar el proceso desde sus países de residencia.
Implementación en dos fases y requisitos adicionales
La aplicación de la reforma se llevará a cabo en dos etapas. Algunas disposiciones entraron en vigor con la aprobación del decreto ley. En una segunda fase, se implementarán cambios más profundos en la legislación. Entre ellos, se exigirá a los nacidos y residentes en el extranjero que demuestren «vínculos reales» con Italia, lo cual podría implicar el ejercicio de sus derechos y deberes como ciudadanos al menos una vez cada 25 años.
¿Cómo afectan a los argentinos?
Este cambio es considerado una medida importante por el Consejo de Ministros italiano y ha generado inquietud en Argentina, dada la considerable cantidad de personas que han solicitado la ciudadanía en los últimos años. Según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia, 30.000 argentinos obtuvieron la ciudadanía italiana en 2024, cifra que se espera disminuya como resultado de las nuevas condiciones.
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