Los líderes de las principales democracias del Grupo de los Siete (G7) se reunieron ayer en Italia en una cita atravesada por la tensión internacional por las guerras en Ucrania y en la Franja de Gaza, a lo que se suman las turbulencias políticas tanto por las elecciones de Estados Unidos como los recientes resultados electorales que sacudieron a Europa con el avance de la extrema derecha.
El Grupo de los Siete es una agrupación informal de naciones occidentales ricas integrado por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón. La Unión Europea participa en todos los debates y está representada por los presidentes tanto del Consejo Europeo como de la Comisión Europea.
El presidente argentino, Javier Milei -después de idas y vueltas- dará el presente como invitado de Italia. Viajó acompañado por el presidente del comité de asesores económicos, Demian Reidel, el embajador argentino en Estados Unidos, Gerardo Werthein, y Fernando Iglesias, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara de Diputados.
El Grupo de los Siete inició su cumbre con un acuerdo sobre la propuesta estadounidense de respaldar un préstamo de US$ 50.000 millones para Ucrania utilizando activos congelados rusos como garantía, lo que da Kiev una firme muestra de apoyo mientras el equilibrio de poder en Europa se inclina hacia la derecha tras las elecciones europeas del pasado fin de semana. Los funcionarios estadounidenses también esperan que el G7 envíe la próxima semana una dura advertencia a los bancos chinos más pequeños para que dejen de ayudar a Rusia a evadir las sanciones occidentales.
En ese contexto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió a los líderes del grupo de países del G7 que aprueben un “Plan Marshall” para la reconstrucción de Ucrania tras los daños causados por la invasión rusa. ”Necesitamos un plan claro para la recuperación de Ucrania. Similar a lo que fue el Plan Marshall para Europa después de la guerra”, dijo a los líderes del G7, según una lectura de su discurso publicada en la web presidencial. El Plan Marshall fue un programa multimillonario de ayuda económica de Estados Unidos a sus aliados europeos tras la Segunda Guerra Mundial, al que se atribuye la revitalización de sus economías tras la devastación causada por el conflicto. Cabe mencionar que el Banco Mundial calcula que la reconstrucción de Ucrania costará casi US$ 500.000 millones.