La cumbre de líderes de la conferencia climática de la ONU (COP30) comenzó este jueves en Belém, en el corazón de la Amazonía brasileña, con la participación de unos 60 jefes de Estado y de Gobierno. El objetivo central es sentar las bases de negociación para los compromisos climáticos que se definirán en los próximos días.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anfitrión del encuentro, pronunció el discurso inaugural de esta cita que antecede a la cumbre oficial, prevista para el próximo lunes. En su intervención, instó a acelerar la transición hacia energías renovables y a reforzar la protección de la naturaleza como las vías más efectivas para frenar el calentamiento global.
“Acelerar la transición energética y proteger la naturaleza son las dos formas más efectivas de contener el calentamiento global”, afirmó Lula, quien destacó que el objetivo de la COP30 es alcanzar consensos sobre cómo enfrentar la crisis climática.
El mandatario brasileño cuestionó el extremismo, la negación y los intereses “egoístas” que, según dijo, prevalecen sobre el bien común cuando se trata de proteger el medio ambiente. Subrayó además la desconexión entre el contexto geopolítico y la emergencia climática, y pidió redirigir recursos de la guerra hacia la preservación ambiental.
“La justicia climática es una aliada en la lucha contra el hambre y la pobreza”, sostuvo Lula, al afirmar que la COP30 debe ser la “cumbre de la verdad”.
El presidente instó a “tomar en serio las advertencias de la ciencia”, recordando que la humanidad lleva más de 35 años consciente del impacto del cambio climático, pero que “se necesitaron 28 conferencias para reconocer la necesidad de abandonar los combustibles fósiles y detener la deforestación”.
Lula fue aplaudido al insistir en que la transición energética y la protección de la naturaleza son los pilares para detener el calentamiento global. “Necesitamos hojas de ruta para revertir la deforestación, reducir la dependencia de los combustibles fósiles y movilizar recursos para alcanzar estos objetivos”, remarcó.
Entre los líderes presentes figuran Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Emmanuel Macron (Francia), Friedrich Merz (Alemania), Pedro Sánchez (España), Keir Starmer (Reino Unido), Luís Montenegro (Portugal) y Ahmed al Sharaa (Siria), según fuentes oficiales brasileñas.
“Es importante decirlo hoy, aunque parezca obvio, porque vivimos tiempos en que surgen voces que deciden ignorar o negar la evidencia científica sobre la crisis climática”, expresó Boric.
“Sin ir más lejos, el presidente de Estados Unidos afirmó en la última Asamblea General de la ONU que la crisis climática no existe, y eso es falso”, añadió el mandatario chileno durante la Cumbre de Líderes.
En la antesala del encuentro, la Unión Europea (UE) anunció un acuerdo para reducir un 90% las emisiones de CO₂ para 2040 respecto a los niveles de 1990, aunque el plan incluye márgenes de flexibilidad.
Sin embargo, dos grandes ausencias marcaron la jornada inaugural: los presidentes de China, Xi Jinping, y de Estados Unidos, Donald Trump, líderes de los dos países más contaminantes del mundo, declinaron la invitación de Lula para acudir a Belém.
Además, la ONU advirtió que 2025 se perfila como uno de los años más cálidos jamás registrados, tras una década de temperaturas récord. Aunque no superará a 2024, ocupará el segundo o tercer lugar, según la Organización Meteorológica Mundial, que reiteró la urgencia de adoptar medidas concretas para revertir la tendencia.









