Israel enfrentó el fin de semana una ola de indignación internacional por haber atacado por dos días consecutivos a los cascos azules de la ONU en Líbano, que reclama un cese el fuego “inmediato” en la guerra entre el Estado hebreo y el movimiento islamista Hezbollah.
La fuerza de la ONU desplegada entre Líbano e Israel, la Finul, afirmó que su cuartel general sufrió el viernes “explosiones por segunda vez en 48 horas” y que dos cascos azules de Sri Lanka resultaron heridos, después de que dos efectivos indonesios quedaran heridos el día anterior.
El ataque contra las fuerzas de la ONU generó fuertes reacciones a nivel internacional. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió a Israel, su aliado, que deje de disparar a las fuerzas de la Finul. Reunido con sus pares europeos de la cuenca del Mediterráneo en una cumbre en Chipre, el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, instó a la comunidad internacional a dejar de entregar armas a Israel y exigió “el cese de todo tipo de violencia” contra la Finul. Su homóloga italiana, Giorgia Meloni, consideró estos ataques “inaceptables”, al igual que el presidente francés, Emmanuel Macron, quien agregó que Francia “no tolerará” nuevos incidentes de este tipo.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que el incidente constituye “una violación del derecho humanitario internacional” y la Finul afirmó que estas acciones “suponen un riesgo muy grande para las fuerzas de paz”. El papa Francisco, en tanto, pidió ayer “respetar a los cascos azules de las Naciones Unidas”.
Por último, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, instó a Guterres a poner fuera de peligro “inmediatamente” a la Finul. “Señor secretario general, ponga fuera de peligro a las fuerzas de la Finul. Tiene que hacerse ahora mismo, inmediatamente”, declaró. “Su rechazo a evacuar a los soldados de la Finul los convierte en rehenes de Hezbollah”, agregó.
Al menos 67 heridos en el sur de Haifa
Al menos 67 personas resultaron heridas, algunas de gravedad, ayer en un ataque con drones de Hezbollah en la zona de Binyamina, en el sur de Haifa. Cuatro de los heridos se encuentran en estado crítico, cinco en estado grave y 14 en estado moderado, mientras que el resto presenta heridas leves.
“Con la ayuda de los equipos de ambulancia de United Hatzalah, brindamos asistencia a más de 60 personas heridas con diversos grados de lesiones: críticas, graves, moderadas y leves”, indicaron las fuerzas en un comunicado.
“El Ejército interceptó un dron que fue lanzado desde el Líbano hacia la zona naval del norte. Los civiles deben seguir siguiendo las directrices del Comando del Frente Nacional”, informó el Ejército.
Por su parte, Estados Unidos informó que enviará una batería de Defensa de Área de Gran Altitud Terminal y tropas a Israel, aun cuando Irán ha advertido a Washington que mantenga las fuerzas militares estadounidenses fuera de Israel.