Un tribunal especial en Daca, capital de Bangladesh, condenó este lunes, en ausencia, a la ex primera ministra Sheikh Hasina a la pena de muerte por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la represión de las protestas estudiantiles de julio de 2024.
También fue sentenciado a muerte el ex ministro del Interior, Asaduzzaman Khan Kamal, mientras que el ex jefe de la Policía, Chowdhury Abdullah Al-Mamun, recibió una pena de cinco años de prisión, de acuerdo con el fallo del tribunal.
La sentencia fue dictada por un panel de tres jueces presidido por Golam Mortuza Mozumder, en una lectura pública con la sala repleta.
Según el tribunal, Hasina -de 78 años- ordenó una respuesta policial violenta contra los manifestantes estudiantiles, desplegando drones, helicópteros y armas letales, lo que ocasionó la muerte de más de 800 personas. Además, el veredicto incluye cargos por incitación a la violencia, complicidad y omisión para evitar los abusos.
Al-Mamun, el ex inspector general de la Policía, cooperó con el tribunal y se convirtió en uno de los primeros testigos estatales en este proceso, lo que le valió la reducción de su condena.
El tribunal también ordenó que se otorgue compensación a las víctimas de las protestas: fallecidos, heridos y familias que perdieron a seres queridos, en reconocimiento a la gravedad de los hechos.
Sin embargo, organismos de derechos humanos, como Amnesty International, rechazaron la pena capital y cuestionaron la imparcialidad del juicio. Señalan que, aunque se debe investigar y sancionar a los responsables, una condena a muerte no puede considerarse justicia legítima.









